Home / Cambiar el mundo  / Collage feminista – parte 2

Collage feminista – parte 2

¿Y si no quiero marchar? Hace casi un mes Valeria Luiselli publicó un artículo en el diario El País titulado “Nuevo feminismo” en el que se queja de la nueva revitalización de los muchos discursos feministas, que ella piensa, son posturas que están desgastando el mismo feminismo. En el artículo argumentaba ella que las mujeres inteligentes han cambiado sus ideas para salir a marchar y exigir, y gritar. En contraparte puso el ejemplo de una chica que trabaja en trajes espaciales para mujeres, solucionando el problema de la menstruación en el espacio. Entre las numerosas críticas que desató hubo una respuesta que me pareció brillante y esa fue la de Tamara de Anda en su texto, “Valeria: qué más quisieramos”. La respuesta es un texto que entiende la frustración de estar  atascados en prácticas que parecen obsoletas como marchar porque después de todos estos años no hemos alcanzado igualdad.

No sólo en el tema de las mujeres mucha gente ve inútil marchar. Parece que nos hemos atascado en el siglo pasado y no encontramos otras formas de activismo más que con las constantes molestias al tránsito cotidiano que impiden una empatía hacia los movimientos. Y más preocupantes es que muchas veces, después de caminar por las calles, de sentirnos hermanados, de compartir el grito, de sentirnos parte de algo, nos preguntamos constantemente, «¿ahora qué?», «¿en qué momento veremos materializado eso por lo que rompimos la rutina?». Bueno, hay algo a lo que Luiselli apunta: las soluciones prácticas.

Alguna vez escuché de una amiga hablar sobre un cinturón que impedía las violaciones y en verdad me molesta que se piense que son necesarias estas medidas  en vez de educar a las personas sobre la violencia machista. A ello, mi amiga me contestó, «sí, está mal pero es una solución para un problema real en una población donde se necesitan esas soluciones». Creo que en el mismo sentido de soluciones, hay algo que a cualquiera de nosotros nos pega directamente acerca de la violencia a la mujer: la brecha salarial, el acoso sexual, la objetualización del cuerpo femenino, la violencia obstétrica, etc. Si no queremos, o no podemos, es bueno organizar otras soluciones prácticas con mujeres y hombres, sentarnos a leer juntos, organizar proyectos culturales, acercarme a las chicas de mi barrio. Lo importante es actuar.

Si quieres leer la primera parte  de este artículo, haz click aquí.

Escrito por Paola Alcocer

Gestión e Investigación cultural de día, milonguera de noche

Twitter: @paolalcocer