Enfrentarse a uno mismo es de las cosas más difíciles del mundo porque no hay nadie que te dé palabras de aliento o que articule frases que te gusta escuchar. El estar solo es complejo porque sabes la razón exacta por la que evitas ese momento. Siempre he creído que las respuestas más honestas ya las sabemos de algún modo, que provienen de alguna parte de nuestro ser pero que, de alguna forma, logramos silenciarlas y disfrazarlas con la rutina o con “el deber ser”

Tal vez postergas escucharte por el miedo al qué dirán o porque es difícil aceptar el cambio y reconocer que ha llegado la hora de avanzar. Es difícil ser honesto con uno mismo pero créeme, todos necesitamos cambiar. Trata de tener conversaciones seguidas con tu interior. Descubre quién fuiste, quién eres y quién quieres ser. No dejes que tu vida pase sin saber este tipo de cosas por el simple hecho de no escucharte. El tiempo vuela y los sueños pronto se quedan encerrados en su mismo significado.

Muchas veces cuando te das un tiempo salen a flote tus verdaderos anhelos y logras descifrar los miedos que te detienen. Te recomiendo, que hagas del miedo tu mayor impulso para hacer las cosas, no dejes que te detenga por más fuerte que sea. Alguna vez leí que nuestros temores más grandes surgen cuando comprendemos el potencial que tenemos. Sé que es difícil creer que podemos cambiar al mundo a nuestro modo pero por favor, aún con miedo, hazlo.  Te recuerdo que todas las personas que han logrado dejar una huella alguna vez fueron rechazadas o simplemente cometieron un error, pero nunca, dejaron de escuchar y de sentir lo que verdaderamente los movía.

Por eso, te invito a que vayas a un café, lleves una libreta, y te descubras y reinventes todos los días.

Escrito por Andy Castañeda