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3 ideas low-budget para comenzar tu negocio

Voy a hacer un spoiler desde el comienzo de este texto: es muy pero muy difícil lograrlo. Pero es posible. Si quieres emprender un negocio y no tienes recursos guardados para poder comenzar, existen varias alternativas que puedes seguir para poner en acción tu plan de negocio desde ya. El truco es hacerlo de forma que no limite tu operación. ¿Y cómo hacerlo? Hay muchos trucos pero los importantes son los siguientes:

  1. Olvídate del frontoffice, del backoffice y del overhead. No sabes qué significa todo esto, pues mejor. En pocas palabras es todo aquello que te hace incurrir en gastos operativos constantes; los llamados gastos fijos. ¿Y cuáles son? Una oficina, un almacén, empleados y todo lo demás que sea capital de trabajo para llevar tu operación. Existe una diferencia con activos fijos y activos circulantes, o entre gastos fijos y gastos variables, pero lo importante si estás emprendiendo es que no tengas gastos fijos o reducirlos al máximo. Hay veces que se puede, hay veces que no. Las veces que no, encuentra la forma en la que la maquinaria que necesitas para dicha operación sea rentada y no comprada o forme parte de la cotización del contrato que deseas cumplir. Se requiere inversión inicial en todos los negocios precisamente porque se requiere capital de trabajo o una oficina o maquinaria, pero quien piensa que primero va todo ello y después la venta, es un tanto ciego a cómo funcionan las empresas en realidad. Lo más sagrado para una empresa es conseguir contratos. Lo demás, se consigue de alguna u otra forma. Y muchos contratos dependen de tu proyecto, de tus habilidades de venta y de tus contactos. Ya con contrato en mano, ahora sí, busca inversión, crédito o jala de tus ahorros al máximo.
  2. Sé persona física con actividades empresariales antes de constituirte como persona moral. Es importantísimo que te puedas constituir en una S.A, en un S.L o un S.A.P.I o cualquier otra forma jurídica para llevar a cabo tu operación. Pero mucha gente piensa que primero va la carreta, antes que el caballo; piensa que hay que tener todo listo para lanzarle a la alberca. Y si no tienes recursos para constituirte o bien para tener un capital social de fondo, crees que no es posible operar. Te sorprenderías la cantidad de negocios que hay en México que realmente no están constituidas como personas morales. Lo importante es tu marca y tu producto. En el momento de firmar contratos, a la otra empresa, a menos que sean contratos con gobierno o con características muy especiales, le va a dar igual si eres persona física con actividad empresarial, con servicios profesionales o como quieras, claro, con tal de que le factures. Dale opciones a tu cliente y sé honesto con él. Muchas veces es mejor.
  3. Compite usando todos los recursos. México vive un momento único en su historia, en el cual coincide la mayor cantidad de recursos para emprender un negocio, tanto desde el sector público como desde incubadoras y aceleradoras. Lo que te piden básicamente es un compromiso moral, mucho esfuerzo y no más. No esperes tener la gran idea o la idea única que romperá el mercado. Lánzate con una idea sólida que pueda generar un negocio conociendo tu mercado. Aprovecha el INADEM, aprovecha apoyos de institutos o de premios nacionales para emprendedores. Hay créditos con tasas preferenciales, hay inversionistas ángeles y fondos de inversión de riesgo. También hay entidades publico-privadas que te pueden guiar, totalmente gratis. Úsalas y aprovéchalas. Solo tienes que escarbar un poco en el ecosistema emprendedor y de impacto en México para llevarte una sorpresa.

Publicado por Roberto Carvallo Escobar para Proemprende (http://proemprendesite.wordpress.com)

Editado para Resilientemagazine.com