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Bayer y Monsanto: cuando un delfín se come a un tiburón

El día de ayer se dio la noticia de que después de meses de negociaciones la farmacéutica Bayer había logrado llegar a un acuerdo económico para la compra de las 515, 625, 000 acciones de Monsanto, convirtiéndola así en una compra total de 66 mmdd. Lo que significa la más grande en la historia de transacciones en efectivo. Bayer pasaría a ser la empresa que controlaría más de una cuarta parte del mercado combinado de semillas y pesticidas. Pero hay que pensar un poco más allá de la cuestión económica y de mercado. Hagamos un análisis desde el punto de vista de la RSE y la ética corporativa. Observemos a todos los participantes de la transacción, en primer plano tenemos a Bayer y Monsanto y en segundo a los encargados de concretar esta asociación: Bank of America, Credit Suisse y Rothschild (que aconsejaron a Bayer) y Morgan Stanley y Ducera (para Monsanto).

Por el lado de Bayer no tenemos un ejemplo conocido acerca de que haya incurrido en faltas que atentarán a su imagen corporativa, caso contrario a sus consiglieri pues de Bank of América tenemos los casos de corrupción y manipulación de tipo de transferencias en el mercado interbancario (caso libor y apoyo para la evasión de impuestos de clientes). Credit Suisse no se queda atrás pues fue tocado por los famosos casos de corrupción en la FIFA y es investigado por permitir el procesamiento de transacciones sospechosas o incorrectas y por no cumplir con las leyes y normas de lavado de dinero con cuentas o entidades relacionadas a funcionarios de la FIFA

Del otro lado de la moneda tenemos la catalogada como una de las peores compañías del mundo, Monsanto, quien ha sido acusada entre otras cosas de prácticas monopólicas, demandas contra la salud en el uso de transgénicos  y su participación en otro tipo de actividades como lo es el caso de haber sido participe de un herbicida usado para dañar la salud de selvas y soldados vietnamitas, así como la de los estadounidenses, o su participación en la elaboración de la primera bomba nuclear. Aún con ello no deja de ser un gigante teniendo el 85% de su mercado de cultivos modificados en E.U., Canadá y Argentina. Las acciones de ambas no han dejado de reaccionar. En el caso de Bayer suben 1.96 por ciento a 95.12 euros mientras que los papeles de Monsanto suben 0.58 por ciento a 106.72 dólares en Wall Street. Por su parte Morgan y Stanley tienen en su haber acusaciones de fraude en la gestión de los fondos de inversión y en venta de hipotecas basura. Como podemos observar una transacción que involucra a varios personajes, sin duda alguna Monsanto cambiaría de nombre para hacer a un lado la mala fama que cargan en su historia, pero ¿qué repercusiones traerá consigo para la imagen corporativa de Bayer esta compra? o ¿Será que al pertenecerle en mayor parte la industria de los agroquímicos esto ya no cuenta?

Escrito por J. Gerardo Paredes Olvera

Editado por Resilientemagazine.com