Home / Impacto  / Del crítico al ciego y al "hater"

Del crítico al ciego y al "hater"

En estos últimos días, he escuchado muchas críticas al Papa; de por qué se reúne con un grupo de gente y no con otras, de por qué no atiende unos problemas muy graves o de por qué los deja de lado. Pero, he escuchado comentarios de gente que mantiene un discurso, si bien con algo de justificación, sí con muy poca sensibilidad social, de contexto y sobre todo con mucha debilidad argumentativa. Justamente aquí es donde se hacen notorios los problemas lógicos de las grandes falacias argumentativas. Que si la iglesia esto, que si la institución esto otro, que si el Papa hizo esto y que si el Papa no hizo lo otro. Que el gasto que se hizo en detrimento de otro gasto en otro lado, que si la gente que sale a las calles y mil cosas más. Me preocupa todo esto por dos razones: el de la sensibilidad social y el, ya mencionado, problema lógico.

Muchas veces, cuando se tocan temas de sociedad y comunidad, o sea todos, el crítico se convierte en «hater» (quien odia todo) cuando deja de ver ciertas cosas. En el caso del Papa, deja de ver el impacto social, de creencia viva y de contexto del tejido cultural. Entonces, creerse superiores desde una posición críticoide/»hater» hace ver, en vez de una perspectiva racional, una obstinación ciega y puramente pasional por hacer relucir premisas que, en términos lógicos, no serán coherentes para llegar a dicha conclusión. Criticar es bueno, siempre. Y por ello, es importante hacer una crítica desde la misma crítica y a la crítica. Criticar esta visita del Papa solo por criticarla es tal vez no ver que millones de personas esperan recibir algo de dicho evento: fe, paz, etc. Y hacer esto es una muestra de tener muy pero muy poca empatía. Y esto es muy preocupante. ¡Sí, también recibirán anuncios comerciales y venta por televisión y pago a publicidad del gobierno y mil cosas más! ¡Sí! pero creer que el mexicano no es consciente de ello nunca, que es un pobre indito ignorante pegado a la televisión y manejable por cualquiera, es pura ceguera del contexto nacional. Peor aún, ir por esta vía es denigrante, racista e todavía vista desde una posición de superioridad pseudointelectualoide de tercera. Posición común en gente que critica todo pero sigue comiendo carne todos los días, viajando en coche de 6 o más cilindros, teniendo gadgets nuevos cada año, estar emocionados por nuevos centros comerciales, pensar que Greenpeace es una bola de hippies y pensar que en México no sirve de nada reciclar porque «todo se junta de todas maneras en el camión recolector». Seguir este camino es criticar a X de Y haciendo Y pero con un twist muy diabólico:  el creerse objetivo y racional.

Este tipo de críticas es, creo, también muy similar a las que todo vegetariano o vegano, ecólogo y orgánico, vive día a con día de gente «hater» y un tanto lógicamente ciega. «No comes carne pero mira tus zapatos de cuero», «Compras orgánico pero usas Iphone», «Y claro, vives en la Roma donde solo ahí hay gente de esa que le gusta todo eso», «Es que el hombre siempre ha comido carne, es natural, así que tú debes de estar mal» y la peor de todas, «Los toros deben existir porque es una forma de arte». Todas estas frases, sufren de mil problems lógicos argumentativos. Que sobre todo evitan dejar ver lo más importante de todo: que no todos podemos hacer todo, al mismo tiempo y dejar a todos contentos y satisfechos. La pregunta es entonces si aquellos que en verdad siempre viven descontentos son verdaderamente racionales en todo momento o cambian en muchas ocasiones a ciegos o «haters».

Yo creo que todo el mundo, por su característica humana y falible, cae algunas o muchas veces en ciego o «hater». El problema es asumir que uno nunca lo hará; es asumir que mi posición es puramante racional y objetiva. ¡Este es el verdadero problema!