Al tiempo de caminar por la vida, me encontré cayendo en cuenta que hace cuatro años cada viernes tengo la oportunidad de colaborar en Resiliente Magazine. Siempre me ha causado asombro lo fácil que se dice un año pero que, al convertirse en 52 semanas, 365 días, 8,760 horas y así sucesivamente adquiere cierto halo de respeto. En estos cuatro años han sido varios los pasos que hemos compartido en estas líneas, las reflexiones han sido variopintas e incluso las confesiones han tenido su momento estelar. Quizá desde un teatro, una pulquería, una plaza, un aeropuerto o incluso en otro país, en diferente huso horario o desde un libro; el viento cada semana lleva a ésta columna a un lugar que vale la pena reseñar, analizar, compartir.
Pienso que amén de la inesperada realidad por la que estamos atravesando como especie humana, de los nuevos hábitos que debemos adquirir y de los viejos vicios que debemos superar; el principio nómada del ser humano no debe perderse, el constante movimiento del ser humano es lo que le ha permitido desarrollar nuevas capacidades, es lo que le ha permitido evolucionar. Si bien hoy la movilidad física está limitada, considero que nuestro nomadismo –por llamarlo de algún modo- debe seguirse manifestando a partir de nuestra imaginación, de nuestra abstracción, de nuestros periplos por el ciberespacio. Cada que me encuentro con alguna nota sobre investigadores que trabajan incasablemente para encontrar una vacuna y que incluso acuden a sus familiares para solicitarles ser sujetos de prueba, cada que leo sobre el esfuerzo de profesionales y gente común en favor de superar nuestra actual condición siento un orgullo particular por nuestra especie.
Hoy, a cuatro años o 48 meses o 1,462 días de caminar juntos cada viernes celebro y agradezco los comentarios, las aportaciones y precisiones de quienes leen estas líneas; pero principalmente, agradezco su tiempo. Reitero mi gusto por cada semana encontrar algo –por más escondido que a veces este- que merece ser descrito ya sea por el asombro que me causa per se o por el hecho de verlo con nuevos ojos. Aprovecho para reconocer el esfuerzo del equipo de Resiliente Magazine en pos de mantenerla como una revista fresca, actual, responsable y libre. Y por último, hago la invitación para que sigamos viajando juntos el tiempo que sea necesario.
Escrito por Erick Aguilar
Aprendiz de ser humano, viajero en capacitación, bibliófilo consumado y sociólogo consumido
