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Desde Don’t look up, viajero

Al tiempo de caminar por la vida, me encontré iniciando el 2022. A lo largo de la primera semana del recientemente estrenado año he escuchado o leído varias reseñas de una película que está sorprendiendo a propios y extraños, me refiero a Don’t look up  (2021) dirigida por Adam McKay y protagonizada por Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Meryl Streep y Timothée Chalamet entre otros.

 

La historia es inquietante. No por el meteoro que se acerca a la Tierra y que después de seis meses seguramente terminará destruyéndola –eso todos lo hemos visto aunque sea en Armageddon (1998)- lo inquietante radica en la reacción de ese animal raro llamado ser humano; me explicó. Un par de científicos estadounidenses –DiCaprio y Lawrence- descubren que un asteroide enorme se acerca a la Tierra y su choque podría terminar con la vida cómo la conocemos; hasta ahí todo en orden. Cómo buenos científicos llaman a la NASA y de ahí se comunican con la presidenta –Meryl Streep-de la Unión Americana para avisarle de este gran riesgo; nada sorprendente hasta ahora. Una vez informada sobre los 6 meses que le quedan a la Tierra, la presidenta, quien ejerce el poder muy al estilo de un autócrata narcisista, tremendamente ignorante y con gran desdén por todo aquello que no sea su persona, decide dejar de lado la noticia por ser negativa para su imagen en las próximas elecciones. Piense usted querido lector que el personaje de la presidenta es una copia al carbón de un Trump, de un Bolsonaro o más localmente de un Obrador. Sujetos necios, incapaces de asumir su deber y responsabilidad como hombres de Estado y que buscan atraer la atención hacia cualquier estupidez con el fin de no hacer evidente su inutilidad/imbecilidad. Pero eso sí, defendidos a capa y espada por masas alienadas y azuzadas por sus propios líderes.

 

El resto de la película recorre la amplia gama de reacciones humanas en tiempos de las redes sociales, desde memes sobre el asteroide que nos matará, negacionistas al más puro estilo del covid, políticos y empresarios que prefieren la extinción humana antes que conceder razón a sus adversarios, etc. El final, es tristemente predecible. Don’t look up nos lleva de la risa al desánimo puesto que no sólo pone a la sociedad occidental frente a un espejo, sino que describe meticulosamente aquello que nos impulsa a negarnos a una vacuna contra el covid y preferir tomar dióxido de cloro o hidroxicloroquina pese a estar contraindicados por la comunidad médica; aquellos que nos motiva a votar por merolicos gritones pero indignarnos por las condiciones de nuestro país; aquello que nos estimula a preocuparnos por el Cambio Climático pero seguir consumiendo doritos, nutella y toda una serie de productos derivados del aceite de palma así como usando combustibles fósiles que empeoran la gravedad del problema climático; aquello que nos hace más fácil el seguir consumiendo gadgets y apps de compañías que probadamente nos han engañado y vendido nuestros datos personales a entes como Cambridge Analytica.

 

En fin, en la última parte de la película aparece una familia, disfrutando una última cena antes de la destrucción provocada por el asteroide y cayendo en cuenta de que “Lo teníamos todo”. Hoy llegamos a 300 mil muertos en México a causa del Covid de acuerdo a cifras oficiales. Hoy se cumplen dos días en que superamos más de 20 mil casos diarios, cifras que no se veían desde agosto del año pasado. Las autoridades -por llamarlas de algún modo- prefirieron hacer una verbena navideña, instaurar el regreso a clases, minimizar la percepción del riesgo de una pandemia que NO HA ACABADO. Con este telón de fondo, hace un par de días escuché en entrevista de radio cómo la Secretaria de Salud de la Ciudad de México ¿Dra.? Olivia López Arellano prefería dar la receta de un té de hierbas para hidratar a quien tuviera covid en vez de explicar o por lo menos sugerir qué hacer ante la falta de pruebas de covid en la capital del país. En la misma tónica Jorge Alcocer, Secretario de Salud usa su envestidura para sugerirnos más tés. ¿Y los muertos? ¿Y los vacunas de refuerzo? ¿Y la vacunación para menores de edad que ya se está llevando a cabo en otros países pero no en México?…lo importante es ponerle más jengibre al té.

 

Quizá haya que hacer una secuela mexicana a Don’t look up que se titule “No mires alrededor” y trate sobre un pueblo que harto de mal gobierno decidió encumbrar a uno que se creía mesías y simplemente era un loco con una pulsión cuasi-erótica por el vulgar templete y micrófono, pero eso sí adorado por quienes no quieren ver alrededor.

 

Escrito por Erick Aguilar

Aprendiz de ser humano, viajero en capacitación, bibliófilo consumado y sociólogo consumido

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