Al tiempo de caminar por la vida, me encontré leyendo el último trabajo de Olga Wornat. Desde mis tiempos mozos las biografías de los hombres que vivieron –y murieron- por el poder se volvieron de mis lecturas favoritas. La vida de Alejandro Magno, del Papa Inocencio III, de Atila, de la dinastía Tang o de los Kanes asiáticos son temas apasionantes en los que me gusta profundizar cada vez que hay oportunidad de hojear algún texto relacionado.
Recuerdo que como estudiante universitario el gusto se acrecentó. Cada que tengo oportunidad le agradezco a mi maestro Quijano el haber puesto en mis manos el magistral texto de Stefan Zweig Fouché, el genio tenebroso. En el posgrado textos como México: ¿una revolución silenciosa? de Isabelle Rousseau me mostraron el valor de conocer no sólo rasgos de individuos en posiciones privilegiadas de poder sino de entender las características del grupo, las particularidades de la élite dominante. Entender que el poder es ejercido no por un individuo sino por un grupo muy bien diferenciado y organizado que permanece a lo largo del tiempo y a pesar de la ley es un fruto directo de dichas lecturas.
Con el tiempo textos como La historia detrás del desastre de Roberto Rock (enfocados en el “mirreynato” de Peña Nieto), el texto ya mencionado de Isabelle Rousseau (enfocado en la implantación del neoliberalismo en México y el salinato) y las memorias del maestro Cosío Villegas han formado parte de una selección personal de textos que me han ayudado a responder una muy personal pregunta: ¿Cómo se jodió México? A la saga de textos se agrega hoy el trabajo de Wornat Felipe, el oscuro. La autora tiene en su haber títulos como La Jefa, relativa a Martha Sahagún y su asquerosa corrupción como primera dama y Crónicas malditas texto dedicado a retratar a la -que bueno- reclusa Rosario Robles.
Más allá de retratar el por todos conocido alcoholismo del expresidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, de puntualizar y nombrar las corruptelas más trágicas del asesino Genaro García Luna y de darle densidad a esa aparentemente gris mujer llamada Margarita Ester Zavala Gómez del Campo (aún esposa del ya citado expresidente) el texto retrata a una clase política enferma, una administración pública al servicio de pobres diablos obsesionados con el poder y la riqueza, un Estado Mexicano cuyos principios y razones de ser se fueron disolviendo entre turbios acuerdos con los perores criminales del país. En pocas palabras el texto relata la venta de la paz, la seguridad, la justicia y del estado de derecho por unos cuantos millones de dólares en las cuentas bancarias de hombres y mujeres que jamás debieron ostentar un cargo público. Y lo peor, todo ante la complaciente mirada de un alcohólico al que por 6 años (2006-2012) llamamos Señor Presidente.
No somos ingenuos al relacionar la publicación del libro con las cercanas elecciones intermedias, pero tampoco somos ciegos y celebramos no sólo el excelente trabajo de Wornat, sino también la valentía que tuvo al enfrentar a los peores demonios encarnados en los esbirros de García Luna y Felipe Calderón que hicieron hasta lo imposible por evitar la publicación del texto. Larga y feliz vida a la periodista que por tantos años sufrió por hacer su trabajo, justicia y todo el peso de la ley a los asquerosos criminales que jodieron y siguen jodiendo nuestro país; que lo quieren convertir en un abismo tan oscuro como sus almas.
Escrito por Erick Aguilar
Aprendiz de ser humano, viajero en capacitación, bibliófilo consumado y sociólogo consumido
