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Desde el lago Tláhuac-Xico, viajero

Al tiempo de caminar por la vida, me encontré recordando mi paso por los lindes del Lago Tláhuac-Xico. Desde hace 40 años el agua se ha acumulado en un punto de la división administrativa de la demarcación territorial de Tláhuac y el municipio de Valle de Chalco. Dicho espacio ha devenido en un lago que se ensancha y estrecha de acuerdo a la temporada, lo cual conlleva el riesgo de inundar las cercanas zonas habitacionales de Valle de Chalco.

 

Recuerdo que en 2010, la Comisión de Cuenca de los Ríos Amecameca y la Compañía junto con el Programa de Investigación Sierra Nevada diseñaron un proyecto que buscaba rehabilitar el sitio y mejorar las condiciones de acceso al agua de los habitantes de la zona oriente de la Zona Metropolitana del Valle de México, zona que históricamente tiene un estrés hídrico constante. Grosso modo dicha propuesta consistía en los siguientes tres puntos:

 

I. Tratar todas las aguas negras de los canales aledaños de Valle de Chalco con el fin de alimentar la zona chinampera de lugares como Chalco, Mixquic, Tláhuac y Xochimilco entre otros.

II. Hacer más profundo el fondo del lago Tláhuac-Xico con el fin de almacenar agua de lluvia que posteriormente sea tratada para ser usada en actividades agrícolas y de recuperación de canales.

III. Que el agua almacenada en el lago pueda ser susceptible de potabilización para dotar de agua a los habitantes de Valle de Chalco y de Tláhuac.

 

Como muchas buenas ideas, esta propuesta encontró freno cuando los tomadores de decisiones y múltiples instituciones concurrentes no lograron ponerse de acuerdo para implementarla. Y es que el Lago Tláhuac-Xico corresponde administrativamente a Tláhuac y a Valle de Chalco, pero también al Gobierno de la Ciudad de México y al del Estado de México y de fondo, desde el momento en que todo tema relacionado con el agua debe ser atendido por el gobierno federal, la Comisión Nacional del Agua tiene un papel preponderante. El acuerdo entre los tres órdenes de gobierno nunca llegó.

 

Lo último que supe respecto al proyecto fue que en 2015 se le asignó presupuesto sin embargo, hace algunas semanas me encontré caminando por la vera del lago y sólo pude ver el mismo abandono de hace varios años. Para el caso específico del municipio de Valle de Chalco, la colindancia con la gran masa de agua que contiene el Lago Tláhuac-Xico representa un riesgo latente de inundación en tanto que sólo un delgado talud separa las aguas de las varias casas que ahí se encuentran. Me causa tristeza pensar que lo que podría haber sido un ejemplo de sustentabilidad hídrica en el oriente del Ciudad de México hoy es una ciénaga de temporada esperando tolvaneras para esparcir sus zonas erosionadas. Tolvaneras como la que hace una semana oscureció el cielo de la Ciudad de México.

 

Escrito por Erick Aguilar

Aprendiz de ser humano, viajero en capacitación, bibliófilo consumado y sociólogo consumido

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