Al tiempo de caminar por la vida, me encontré con una Pandemia Bizarra. El nuevo libro de Alejandro Rosas y Julio Patán cierra la trilogía de México Bizarro. Para quienes aún no conocen dicha trilogía baste mencionar que los autores se dedican a recopilar hechos, anécdotas y datos históricos de muy variada índole y que retan la incredulidad constante del lector. Recuerdo que los dos primeros libros de México Bizarro abordan temas que van desde el muy grande apego de Ignacio Comonfort, tan grande que lo llevó a desconocer la Constitución de 1857; la vez en que desde Presidencia de la República se buscó instaurar que cada 24 de diciembre fuera a Quetzalcóatl a quien los niños esperasen en vez de Santa Claus – hubo un gran evento en el Estadio Nacional- ; y las mil y un ocurrencias de esa clase política de antaño –y de hoy también- en la cual lo único que cambia es el nombre, saludos a Maximino Ávila Camacho –el eterno hermano suspirante-, Miguel Alemán, Díaz Ordaz, Arturo el Negro Durazo, y más recientemente Martha Sahagún, Felipe Calderón y el mirrey Enrique Peña.
Pandemia Bizarra se centra en la trágica situación que como especie humana hemos atravesado desde hace más de un año. Con humor negro y sin dejar de lado las particularidades propias de la actual ¿administración? gubernamental se relatan y registran hechos, declaraciones y personajes que bien podrían haber salido del guion de una película de ficheras, de esas que enaltecen lo absurdo, crean realidades disparatadas y buscan el aplauso fácil. En varias páginas resalta el no-sentido-común de propios y extraños con el que desde hace más de un año hemos enfrentado la pandemia de COVID-19.
Hace una semana se alcanzó la cifra oficial de más de 200 mil muertos –la no oficial ronda el medio millón-, desde hace una semana terminales de autobuses y aeropuertos lucen abarrotados de aquellos que consideran que salir de vacaciones es la mejor forma de recibir la llamada tercera ola de contagios. Todo lo anterior bajo el beneplácito de ese personaje al que Julio Patán y Alejandro Rosas han denominado como nuestro Amado líder –en una especie de recordatorio de aquellos autócratas que gobiernan por decreto. Así, entre las páginas que rememoran los primeros meses de pandemia, las inauditas reacciones de líderes mundiales y personajes nacionales; los distintos relatos fluyen y nos dejan con la boca abierta y un sabor ácido que sólo se quita con un buen mezcal.
Pandemia Bizarra es una obra imperdible para aquellos que aún entre la tragedia buscamos preservar el humano sentido del humor a veces negro, a veces ácido.
Escrito por Erick Aguilar
Aprendiz de ser humano, viajero en capacitación, bibliófilo consumado y sociólogo consumido
