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Día de la Tierra y la fast fashion | Corresponsables

Celebrar el Día de la Tierra significa muy poco si no reflexionamos por un momento sobre qué estamos haciendo durante todo el año en nuestras vidas y en nuestros procesos para asegurar el bienestar de nuestro planeta. Solíamos pensar que la economía y la ecología luchaban entre sí; el desarrollo de las economías se sentía retraído por los ecologistas (y sus protestas) y viceversa.

 

La cosa es, explicado en un lenguaje financiero, que los modelos económicos y comerciales actuales están “consumiendo el capital y los intereses de nuestros recursos naturales”. Por ejemplo, cada año alrededor de agosto, nosotros (la humanidad) consumimos toda la energía producida por el planeta y de ahí en adelante degradamos al planeta de ese recurso natural. Y esto sucede no solo con la energía, la lista podría continuar; agua, minerales, bosques… Es cada vez más urgente repensar casi todos los sistemas que hemos diseñado antes. Eso incluye la industria de la moda.

 

Todos estamos conscientes de que la industria de la moda consume masivamente agua y productos químicos en sus procesos, desde la fabricación de hilos hasta el teñido de las prendas, y tendemos a pensar que la moda rápida tiene un impacto negativo dado que está diseñado para generar basura, pero tal como en los sistemas en la naturaleza, hay productos que necesitan durar y productos que necesitan fluir. En esos ecosistemas siempre existe un flujo e intercambio de valores. De hecho, la moda rápida podría ser la solución a esa degradación de los recursos si estuviese diseñada para hacerlo.

 

Estaba leyendo un artículo muy interesante en fashionista.com y explicaba cómo “el crecimiento del mercado de reventa de ropa es un cambio mayúsculo en las tendencias de la industria de la moda y no muestra signos de frenarse. Un reporte encontró que el mercado de reventa de ropa podría valer $41 billones de euros para el año 2022, 49% del valor de la industria del vestido a nivel mundial. Los disruptores de la reventa están creciendo unas 2 veces más rápido que la industria del retail. Aunque han sido los millenials quienes impulsaron la contaminante industria de la moda rápida, también son ellos quienes están impulsando ahora el mercado de la reventa al afirmar haber comprado prendas en reventa el año pasado el 40% de los jóvenes entre 18 y 24 años ”.

 

Cuando la industria de la moda diseñe sus productos materiales para ser usados y reutilizados de nuevo, usando energía renovable, agua tratada, buenas fibras y creando buenos empleos, podremos decir que la moda se ha convertido en una fuerza para el bien. Ese modelo tiene un nombre: moda circular.

 

Actualmente, vivimos en un mundo dominado por una economía lineal. Eso significa que las prendas son hechas, son utilizadas, y eventualmente arrojadas a un vertedero. Y todos los recursos que se utilizan para hacer esos productos, también se van por el desagüe. En un modelo de economía circular, los productos y recursos que se utilizan para hacer que permanezcan en un vórtice.

 

Entonces, en Fundación C&A nos embarcamos en una búsqueda para descubrir exactamente qué podemos hacer para facilitar el cambio. Y nosotros creemos que, para alcanzar una economía circular en la moda, debemos enfocar nuestros esfuerzos en tres áreas: innovación, servicios y cambio de sistemas.

 

Cuando se trata de servicios, estamos empezando a ver cómo podemos cambiar los modelos actuales de negocio. Hay muchas iniciativas geniales como las «bibliotecas de ropa», «alquila jeans» o incluso boutiques de segunda mano, pero aún necesitan desarrollo y no son realmente viables para las marcas.

 

En México, por ejemplo, existen barreras legales para desarrollar el mercado de segunda mano y, junto con un aliado experto en derecho ambiental, estamos analizando la mejor forma de superar esas barreras para permitir que la circularidad dé un paso hacia adelante en el país. Entonces, aquí nosotros tenemos un largo camino por delante.

 

Lo mismo puede decirse del cambio de sistemas. Aquí buscamos «palancas», básicamente botones que podemos impulsar – para activar la implementación de modelos comerciales circulares, y estamos especialmente centrado en el liderazgo.

 

Hay tantas mentes geniales trabajando en tal variedad de grandes ideas. Entonces, hace aproximadamente un año nos convertimos en aliado fundador de una nueva plataforma global de innovación llamada Fashion for Good. Ellos trabajan a través de colaboración y comunidad para acelerar las nuevas empresas, ampliar innovaciones prometedoras y convocar a los hacedores de cambios. Desde su lanzamiento en marzo, Fashion for Good, con sede en Ámsterdam, ha estado prendiendo el camino en la innovación circular en la moda.

Pueden pasar años antes de que la economía circular se convierta en la corriente principal y se te ofrezca a ti, consumidor, un número significativo de opciones; pero mientras tanto, a través de asociaciones innovadoras y colaboración, la industria se está moviendo a pasos agigantados hacia un sistema circular que podría acabar con el estatus quo para siempre. Lo que significa que el modelo de negocio de la moda puede estar “usando capital”, pero “devolviendo intereses” al planeta. Y así es como creo que los economistas salvarán nuestro planeta; usando el poder de la economía para impulsar el cambio.

 

Publicado originalmente en Corresponsables

 

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