El día después…¡que vivan los jóvenes emprendedores!
Hoy termina la Semana del emprendedor en la Expo Santa Fe, organizado por el INADEM y finalmente, todos los que estuvimos involucrados de alguna u otra manera, dormiremos por varias horas seguidas este fin de semana. Han sido días muy duros pero increíblemente interesantes por la gran participación de la gente y sobre todo de los jóvenes, quienes con el arma de sus ideas y la su experiencia en sus áreas de estudios, sueñan con emprender un negocio apenas terminen su universidad.
El evento permite a los participantes conocer herramientas para comenzar su empresa; desde el modelo Canvas, opciones de financiamiento, procesos de innovación y casos de éxito de otras empresas para aprender de ellas. Como participante puedes conocer un poco más del tema si no tienes ningún tipo de experiencia, y si ya tienes una empresa, puedes aprender de otros para mejorar lo que haces. El esfuerzo que hace el INADEM es grande, así como lo fue su inversión, y no hay que olvidar las horas de trabajo que dedican cientos de voluntarios que colaboraran a toda hora tanto en el evento, en los stands, en la calle, etc. Y por supuesto que existieron muchos inconvenientes en el evento: el estacionamiento, la poco brillante idea de hacerlo en Santa Fe, el precio de Food Trucks y otras cosas que evidentemente resultados poco exitosas. Pero no hay que olvidar todo lo positivo que logró el evento en su organización, en su disposición, los transportes gratuitos y en general, el lograr organizar a tanta pero tanta gente para promover el emprendedurismo en México. Esto sí hay que reconocerlo. Millones de pesos se van en corrupción y se tiran a la basura por parte del gobierno que ver por lo menos eventos de esta magnitud, se agradecen y nos hacen pensar, aunque sea por unos días, que cuando se quiere, se pueden hacer cosas muy buenas en este país.
Como expositor es igualmente fascinante el aprendizaje del evento. Es espectacular poder platicar con jóvenes que sueñan con su negocio, con empresarios que enfrentan problemas y buscan respuestas, y con gente que busca nuevas opciones para salir de su rincón de comodidad o bien que requieren alternativas para poder tener un autoempleo digno. Nosotros los expositores aprendemos tanto de la gente que agradecemos la oportunidad de hablar con todos y cada uno. Tanto esfuerzo de estar de pie horas y horas, pelear con el tráfico para llegar temprano y salir a última hora de la noche, gastar la garganta hasta la ronquera y otras cosas valen la pena completamente por el puro gusto de poder apoyar a la gente a tener otras oportunidades para mejorar sus condiciones de vida. Claro está, se requiere mucho trabajo para conseguir los sueños por lo que un poquito de ayuda, no viene nada mal.