El poder del voluntariado para cambiar un país
Definitivamente este año no empezó como nos hubiera gustado. Empezamos el 2017 con el “gasolinazo” que no sólo ha decepcionado a la mayoría de la población, sino que ha destapado una vez más nuestro hartazgo hacia los gobernantes. El resentimiento social que habita en nosotros también ha salido a flote, logrando sacarnos corajes y frustraciones. Es muy sencillo señalar que el cambio empieza con nosotros mismos y tal vez es natural sentir que incluso ese cambio no sería suficiente para volver a un país mejor. Tal vez sea esto último lo que no nos motiva a cambiar, o quizás sea que estamos ya tan adentrados a nuestras rutinas lo que frena el cambio en nosotros. Probablemente también sea que esperamos que el cambio venga de arriba hacia abajo, o simplemente no sabemos que hacer para poner nuestro granito de arena.
Y es que “el cambio somos nosotros” puede ser una idea demasiado aterradora dada la responsabilidad que eso conlleva. Sin embargo, hay pequeñas acciones (una frase demasiado gastada ya) que todos podemos realizar para contribuir no solo a un mejor país sino a un mejor mundo. Posiblemente la acción con mayor impacto que podamos hacer sea comprometernos con una causa, la que provoque más empatía en nosotros y participar como voluntarios en alguna organización, institución, u organismo que contribuyan activamente a la misma. Lo más valioso que tenemos en esta vida es nuestro tiempo, aquello tan intangible y que damos por dado, pero que es imposible de recuperar. Dedicar nuestro tiempo al voluntariado de una causa es de las mejores acciones de impacto que podemos realizar para la mejoría de cualquier sociedad, no solo la mexicana. La ONU indica que el voluntariado es una expresión básica de las relaciones humanas y que además ayuda a desarrollar valores como solidaridad, reciprocidad, confianza, empoderamiento y nos da una sensación de pertenencia y bienestar. Asimismo una de las ventajas del voluntariado es que podemos dedicarle cuanto tiempo deseemos y librarnos de la presión que sentiríamos estando en un trabajo. La clave en el voluntariado es el compromiso, porque aunque muchas veces no se requieran horas y horas de trabajo, no debe faltar el compromiso y la disposición.
Uno de los mayores ejemplos del impacto que puede hacer el voluntariado en el país es el de Las Patronas, quienes ayudan diario a decenas de migrantes en su paso hacia Estados Unidos. No es mi intención indicar que el voluntariado debe ser de esa dimensión para tener validez sino solo ejemplificar el gran impacto que nuestras acciones pueden tener en otras vidas. De experiencia propia sé la satisfacción que proporciona ser voluntario en alguna organización. Eso me motiva a hacer del voluntariado uno de mis propósitos de año nuevo que espero cumplir y así lograr que mis acciones aun por más pequeñas contribuyan a una mejor sociedad.
Escrito por Susana