Home / Responsabilidad social  / La relación entre una alimentación sana y una alimentación sostenible

La relación entre una alimentación sana y una alimentación sostenible

Una alimentación sana y sostenible es aquella que se basa en el consumo de alimentos nutritivos y equilibrados, y que se produce y se distribuye de forma responsable y con el menor impacto ambiental posible. La alimentación sostenible se refiere a un sistema alimentario que es capaz de mantenerse a largo plazo sin comprometer los recursos naturales o la capacidad de las generaciones futuras para alimentarse. Este tipo de alimentación considera no solo la calidad y la cantidad de los alimentos que se consumen, sino también cómo se producen y se distribuyen.

 

En este sentido, la responsabilidad social juega un papel clave en la promoción de una alimentación sana y sostenible. Esto se debe a que la producción de alimentos, su distribución y consumo tienen un impacto directo en la sociedad y en el medio ambiente.

 

Por ejemplo, los productores de alimentos tienen la responsabilidad social de producir alimentos de manera sostenible, minimizando el uso de pesticidas y otros productos químicos, y utilizando técnicas de producción responsables con el medio ambiente. Es decir, que respeten la capacidad de regeneración de la tierra y eviten la erosión de los suelos. De igual manera, los distribuidores de alimentos deben garantizar que los productos que venden sean de alta calidad, seguros y se transporten con las condiciones necesarias para evitar la pérdida de alimentos y con rutas planeadas estratégicamente para minimizar las emisiones.

 

Por otro lado, los consumidores tienen la responsabilidad social de elegir alimentos que sean saludables y sostenibles, y de apoyar a los productores y distribuidores que se preocupan por el medio ambiente y la salud. Además, los consumidores pueden ayudar a reducir el desperdicio de alimentos al comprar solo lo que necesitan y usar las sobras de alimentos para preparar nuevas comidas. En caso de que estos ya no puedan ser consumidos, tener una composta en casa.

 

Hay varias cosas que puedes hacer para comer más sostenible:

 

Come más vegetales y frutas: los alimentos de origen vegetal tienen un impacto ambiental menor que los de origen animal. Además, son ricos en nutrientes y buenos para la salud.

 

Elije alimentos de temporada: los alimentos de temporada son más frescos, más baratos y a menudo se cultivan localmente. Al comer alimentos de temporada, también reduces la necesidad de importar alimentos de otros países o el de utilizar inmensas cantidades de recursos (como agua) para cultivarlos.

 

Compra alimentos locales: comprar alimentos que se producen localmente reduce la huella de carbono al reducir la distancia que los alimentos deben recorrer antes de llegar a tu mesa. Además, al comprar localmente, apoyas a los agricultores locales y la economía local.

 

Reduce el desperdicio de alimentos: cerca de un tercio de los alimentos producidos en todo el mundo se desperdician. Al reducir el desperdicio de alimentos, no solo ahorras dinero, sino que también ayudas a reducir el impacto ambiental de la industria alimentaria.

 

Consume más alimentos frescos y menos procesados: los alimentos procesados a menudo contienen aditivos artificiales y grasas trans que pueden ser perjudiciales para la salud a largo plazo. Al comer más alimentos frescos, reduces tu exposición a estos ingredientes.

 

Reduce el consumo de carne y productos lácteos: la producción de carne y productos lácteos tiene un mayor impacto ambiental que la producción de alimentos de origen vegetal. Al reducir el consumo de carne y productos lácteos, no solo reduces el impacto ambiental, sino que también puedes mejorar tu salud.

 

Compra a granel, utiliza bolsas y recipientes reutilizables y rechaza los empaques innecesarios: además del impacto ambiental de la industria alimentaria (agotamiento de recursos y emisiones de GEI) se le debe de añadir la generación de residuos por su empaquetado.  Siendo más selectivo, reduces la cantidad de residuos que generas y comienzas a consumirle a empresas con mejores prácticas ambientales.

 

Estos son solo algunos ejemplos de acciones que puedes tomar para comer más sostenible. Recuerda que cada pequeña acción cuenta y que juntos podemos hacer una diferencia positiva en el mundo.

 

Escrito por: Jimena Aragón, Analista de Sostenibilidad