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Pemex, entre la espada y la pared

Warren Buffett dijo alguna vez «solo cuando la marea baje sabremos quién está nadando desnudo». Esa frase resultó ser muy cierta porque los actuales precios del petróleo han hecho que la marea de dinero de los países emergentes baje tan drásticamente que se descubrieron varios nadadores desnudos como Petrobras, por ejemplo, y algunos otros desdichados como un viejo en decadencia que conocemos a la perfección. Me refiero a Pemex, ¡que sorpresa!

Deudas estratosféricas, industrias convertidas en chatarra, burocracia en su más alta expresión, obligaciones infinitas por cumplir, y otras cosas fue lo que trajo a flote la baja en precios. Casi hasta parecería que Emilio Lozoya sostenía al huevo con un alfiler. Por ello, regresamos ahora a la pregunta perenne, ¿qué va a pasar con Pemex, quien busca capitalizarse para poder reestructurase? Según se dice, Pemex es solvente y solo requieren por ahora de inversionistas. No obstante,  ¿quién en su sano juicio les creería sabiendo de antemano que Moody´s, por ejemplo, les dio una calificación de bbb negativo. En términos prácticos, si bajara de nueva cuenta su calificación, sería menos riesgoso prestarle a Grecia que a Pemex. A todo esto, la calificadora ha dicho que aumentará la calificación de Pemex, si y solo si, revelasen los nombres de toda persona que haya hecho mal manejo de los recursos de la empresa (¡vaya que se la pusieron difícil!). ¿Revelara Pemex los nombres o estará dispuesto  el capitán de hundirse junto con el barco?

No sabemos si Pemex va a revelar nombres. Lo que sí sabemos es que el pretendido nacionalismo que se nos ha heredado resulta ser muy práctico ahora para algunos. Si Pemex es de los mexicanos, entonces también lo serán sus deudas. Y así es como se consigue que, si nadie lleva a invertir en Pemex, seguramente, la deuda pasará a ser propiedad de todos los mexicanos (el cuento de nunca acabar). Aquí es cuando sí valdría la pena decir en televisión pública: «Pemex, ¡¡¡esas deudas no las tiene ni obama!!!»

Escrito por Erick Infanzon

infanzon1996@gmail.com

Editado para Resilientemagazine.com