Recientemente, la reforestación ha surgido como proyecto de voluntariado organizacional popular y atemporal. Sin embargo, ¿Este realmente sí hace una diferencia? 

La reforestación se basa en repoblar zonas forestales con árboles o plantas luego de que la zona haya sufrido una degradación ambiental. Los bosques y las selvas usualmente se degradan por la sobreexplotación de los recursos forestales (uso de madera, alimentos, leña, etc.), cambios de clima, incendios ilegales y otros factores que afectan la calidad del ecosistema y hace que este necesite restaurar. 

Parece simple, y lo es, pero sí es necesario tener en cuenta ciertos factores para llevar a cabo una reforestación eficiente y socialmente responsable. 

1. Asegúrate primero de que tu empresa no tenga prácticas irresponsables con el medio ambiente y los recursos forestales: Para ser coherente, antes de planear tu reforestación, realiza un análisis de toda la cadena de producción y asegúrate de que tu empresa no esté contribuyendo en la degradación ambiental de áreas forestales. Para esto, se podría comenzar verificando si alguna área forestal está siendo afectada específicamente, en la cadena de suministro o no, es decir, que no se respeta su capacidad de regeneración. Si es así, cambia y/o confirma de forma transparente tener prácticas responsables con la comunidad y la conservación de los productos forestales y si es posible, investiga si hay algún crédito de carbono que se adecue a tu empresa.

Recuerda que una vez que se agotaron todos los recursos para minimizar el impacto ambiental al mínimo, es posible pensar en formas para compensar este impacto restante. Sin embargo, esta debe de ser la última medida en aplicarse. Y es recomendable que las actividades de compensación vayan enfocadas a un área que se relacione. Por ejemplo, si es la generación de basura, la actividad de compensación sería organizar una limpieza en áreas naturales, o en el caso de la tala, sería una reforestación.

2. Infórmate de que lugares a tu alcance necesitan más ayuda: Investiga cuáles son las áreas forestales en tu región del alcance que necesitan más ayuda para tratar su deforestación en base al grado de deforestación, relevancia ecosistémica y de especies y el grado de afección a comunidades.

3. Usa plantas nativas: consulta recursos educativos de instituciones forestales y asegúrate de usar semillas o trasplantes de plantas que sean endémicas y no sean o atraigan invasores al ecosistema. 

4. Capacita a tus colaboradores: comunica a tus colaboradores y voluntarios la importancia de la reforestación que van a hacer, cómo van a ayudar y cuál será el impacto social y ambiental que tendrá. Para esto,  recomendamos también tener el apoyo de un guardabosques o representante del área para exponer desde su punto de vista profesional y de la comunidad la significancia del proyecto. 

5. Entiende que no todos las plantas o árboles van a sobrevivir, pero que tu puedes vigilar eso: las plantas y árboles que son plantados en un área de reforestación no sobreviven al 100% porque son vulnerables a riesgos en el plazo de años de crecimiento. Por esto, tu empresa debería comprometerse a plantar en un área extensa y vigilar directamente o darle recursos a los representantes forestales para cuidar del área y trabajar por que al menos un 60-80% de lo plantado sobreviva. 

6. Además de dar una nota de prensa, comunica el seguimiento y promociona la sustentabilidad: aprovecha el momento de la reforestación para reforestar la cultura organizacional y motivar a los colaboradores a integrar la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente en las operaciones de tu empresa para que así tus clientes y audiencias asocien a la  positivamente con la sustentabilidad y la Responsabilidad Social. 

Y tú, ¿conocías todo lo que implica una reforestación? ¿te animarías a organizar una reforestación en tu trabajo?

Escrito por: Gabriela González, becaria en Responsabilidad Social y Sustentabilidad