¿Qué harías si tu vecino se enferma de coronavirus? O peor aún, una de las personas con las que vives se ha infectado. ¿Cómo reaccionarías? Además de tomar las medidas necesarias, ¿qué sentimientos tendrías? 

 

Rodrigo Fragoso relató a noticieros sobre cómo se infectó de COVID-19 en un viaje a Miami, EE.UU., cómo detectó los síntomas, el proceso médico por el que pasó y su recuperación. Días después los vecinos del complejo residencial en donde él vive, así como los encargados de dar acceso a los edificios, evitaron que sus amigos le llevaran agua y comida por miedo a ser infectados.Después los vecinos y la administradora de espacios públicos del residencial emitieron una disculpa y reconocieron un miedo impulsado por la desinformación.  

 

Pilar Jericó, autora del libro Héroes Cotidianos, relata las fases de la crisis nerviosa que la sociedad atraviesa ante estas situaciones, una de ellas es el miedo que, en su versión sana, lleva a las personas a tomar medidas prudentes de prevención, pero en su versión tóxica hace que las personas cometan este tipo de acciones de discriminación, avienten cloro a enfermeras, realicen compras compulsivas y, en general, que entren en un estado de histeria colectiva.  

 

Pareciera que en esta era de la conectividad y comunicación caemos más en la desinformación que en la información veraz, en datos falsos que alarman a la población en lugar de hacerlas reaccionar con prudencia ¿Cómo hacer que la tecnología sirva a nuestro favor en esta coyuntura sanitaria?  

 

Lo primero es evitar las noticias falsas entrando a leer las notas completas, no sólo leer el titular, investigar la fuente y descartar notas de medios desconocidos, identificar si la misma información se ha publicado en varios sitios, verificar la fecha y el contexto y no compartir imágenes y notas de voz de origen desconocido.  

 

Lo siguiente es seguir las recomendaciones. Sí es necesario salir del hogar para comprar alimentos, por ejemplo, sin embargo ya también podemos hacer uso de plataformas para pedir comida domicilio en restaurantes y alimentos en supermercados como Walmart, Superama y otros supermercados. Afortunadamente algunas aplicaciones han omitido los costos de envío, otras han dado descuentos en los pedidos y otras tienen una semana gratis de prueba, tales como Rappi o DiDi Food.  

 

Como agente de cambio, puedes no sólo aprovechar estas herramientas para ti, sino para mandar comida a tus amigos, familia, vecinos o a las personas que más lo necesitan. Si usabas los servicios de una empleada doméstica, evita que vaya a tu casa con goce de paga es otro acto de cambio. Hacer home office puede darte un poco más de tiempo al día para ocuparte de la limpieza de tu casa. Como tip, te puedo decir que resulta más sencillo limpiar 20 diario que dedicar horas y horas un día a la semana.  

 

La tranquilidad también puede ser tóxica   El antónimo del miedo es la tranquilidad, que generalmente es buena pero cuando te lleva a omitir información y recomendaciones, es peligrosa. Seguramente escuchaste el caso de la paciente 31 en Corea del Sur que contagió a más de mil personas ella sola por no seguir las recomendaciones de aislamiento, incluso después de presentar síntomas. En México se presentó un caso similar en Tabasco: un hombre infectado tuvo contacto con 280 personas.  

 

Seguramente tú conoces gente que confían en demasía en su buen estado de salud (ignorando el peligro que representan para otros) para seguir con su vida social con normalidad o, como no presentan síntomas, siguen saliendo y viéndose con personas. ¿Y es que quién no extraña a sus padres o abuelos? La desolación puede ser dura, pero pensar en que estás preservando la salud de tu ser amado debería darte tranquilidad.  

 

En estos casos la tecnología es muy útil. Muchos de nosotros tenemos cuentas en Skype para hacer videollamadas. Si tus familiares son muy viejos, basta con que inicies una  por WhatsApp, ellos sólo tienen que contestar. Si extrañas a tus amigos, puedes hacer un Netflix Party, sin mencionar videojuegos y otras herramientas para socializar en línea, como Twitter, Facebook o Instagram. Esta última lanzó el sticker “En casa” para organizar y mostrar todo lo que las personas hacen mientras están en cuarentena voluntaria. Esta iniciativa propicia la comunidad online y alienta a otros a hacer lo mismo, porque muestra que puede ser más divertido de lo que se piensa.  

 

¿Qué hace un agente de cambio en esta situación? Además de quedarte en casa y seguir las recomendaciones de prevención, incentiva a otros a hacer lo mismo. Cuando hables con tus amigos, presúmelo en redes sociales, muestra a otros qué tan sencillo es pedir comida a domicilio o pagar las cuentas en línea, incluso te puedes ofrecer a hacerlo por ellos y que retribuyan después y, por último, recomienda a las personas aplicaciones, cursos online gratuitos como los de Google Academy, libros o canales de entrenamiento físico en YouTube.  

 

Definitivamente esta situación es una oportunidad única para las tecnologías de demostrar su eficacia y utilidad a la humanidad. Hacerlo bien depende de nuestra capacidad de empatía. Ashoka define este valor humano como la capacidad de comprender los sentimientos, perspectivas, contextos culturales y sociales de otras personas y con ello guiar nuestras acciones. La tecnología y las aplicaciones tienen una función técnica, la función humana se la damos nosotros.  

 

¿Qué harías si alguien físicamente cercano contrajera la COVID-19? Para responder, déjate de la ignorancia y llénate de empatía  

 

¿Cómo ser un agente de cambio en esta cuarentena? Infórmate bien, sigue las recomendaciones y ayuda a otros desde la distancia  

 

Aplicaciones para pedir comida o hacer el súper son útiles para no salir de casa y ayudar a quien lo necesita  

 

Usa aplicaciones para estar en contacto con tu familia y amigos. No sólo las de comunicación como Skype, sino también de entretenimiento  

 

Comparte con tus amigos qué haces en esta cuarentena, cómo la vives y dales recomendaciones  

Escrito por Alicia Mendoza

 

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