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Carne fresca

Mucho se le critica a las mujeres que desempeñan altos cargos por que al hacerlo asumen una personalidad varonil, ya que pareciera que deben de ser inflexibles, de carácter fuerte  e inexpresivas en sus emociones para poder sobresalir y jugar en este juego de hombres, y ahora voy comprendiendo el porqué.

 

Cuando creas tu equipo desde cero, tú eliges a las personas y todo fluye de maravilla, sin embargo, al llegar y gestionar uno ya integrado, es totalmente diferente; proponer mejores prácticas en una labor que han hecho por años, tratar de empatar tu nueva visión con la que ya tienen, obtener resultados tangibles sin echarte enemigos encima, es todo un reto. Te encuentras personas de todo tipo: los que te apoyan, los que no, y los que solo esperan que te equivoques para restregártelo en la cara, y tienes que aprender a trabajar con todos ellos en el día a día. Te disipo la duda: sí, sabemos todo lo que hablan a nuestras espaldas, sí, sabemos los grupitos que se forman y aun así buscamos hacer el mejor trabaja para todos, incluyéndote.

 

Obviamente la curva de aprendizaje es importante y mientras más rápido la libremos mejor y por lo menos yo no le tengo miedo a aprender, a adaptarme, a experimentar y a equivocarme, sé que por supuesto va pasar, sin embargo como mujer es tan curioso que las mismas mujeres te hagan pedazos, te critiquen hasta el peinado e inclusive busquen hacerte pasar un mal rato. Ahora comprendo que no solo tenemos que lidiar con la nueva experiencia, con personas que creen que vienes a decirles cómo hacer su trabajo, no cometer errores, no exaltarte por nada del mundo, lidiar con tus detractores, sino que además lo tienes que hacer con traje sastre y en tacones. Entonces, en este punto aprender a gestionar las emociones es primordial, porque hay más dedos que nos señalan y es normal que muchas escondamos nuestros sentimientos detrás de esa cara de dureza, pero déjame decirte algo: también sentimos tristeza, frustración y preocupación, y muy probablemente las primeras semanas seamos como la carne fresca en el festín de toda una compañía, pero eso, te seguro que en muy poco tiempo va cambiar y lo vamos a lograr el cometido, porque no llegamos hasta donde estamos para dejar que nada ni nadie nos detenga.

#SeamosLuzDelMundo

Escrito por Cynthia Aguilar

Formadora en Inteligencia Emocional

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