Machismo en pleno siglo XXI

Recientemente una amiga me platicaba lo difícil que era hacer su especialidad en el hospital, no sólo porque en ocasiones son retos absorbentes y ambientes hostiles, sino porque además era mujer: necesitaba esforzarse el doble. Ser mujer para ella era algo que no sólo los hombres notaban sino que las mujeres detestaban; sus compañeros incluso llegaron a decir: “qué bueno que no soy mujer porque me iría peor que a ti”. Puede que para algunas personas esta no sea una sorpresa pero a mí me marcó saber de una discriminación tan obvia para todos y pero que a nadie parecía importarle.
A veces pareciera que las mujeres están en una lucha no por ser respetadas como mujeres, sino como hombres, peleando en el mismo campo con las mismas actitudes prepotentes y terminamos por ignorar aspectos femeninos porque eso sería debilidad. ¿No sería ese el primer signo de machismo? Las mujeres podemos dar vida al mundo de mucha formas y terminamos ignorando este gran regalo. Terminamos ignorándolo y desplazando este potencial por una lucha interminable por el poder. El machismo no es causado sólo por hombres sino que es algo que requiere la participación de todos y todas. El problema del patriarcado no es por el dominio de los hombres. Es en sí la búsqueda de un dominio ¿Quieres ser menos machista? Reconoce lo que eres y deja de hacer las cosas por un lugar en una sociedad que sólo valora el poder y la jerarquía. Tal vez entonces puedas tener hermandad no sólo con tu semejante sino con tu propia persona.
Escrito por Maritza Salcido