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Viviendo la experiencia de dejar el país de origen

En momentos de grandes retos como los que estamos viviendo, hemos empezado a pensar nuestro lugar en el mundo, muchas personas han cambiado su vida, su sitio de residencia o su país de origen, en búsqueda de mejores condiciones de vida, ya sean laborales, de seguridad, de salud o por amor. Unas personas eligen migrar y otras ser expatriados, aunque ambas experiencias comparten cambios y retos similares, cada una se vive de manera diferente.

 

Ser migrante es quien deja su país para echar raíces en otro, tal vez con la esperanza de volver algún día a su tierra natal, pero con la convicción de establecerse y encontrar su zona de confort de manera definitiva.

 

En cambio, los expatriados, saben que su estadía no durará más de tres años, con una dinámica familiar transcultural, donde «la empresa» es la que decide dónde y cuándo hay que partir. Son viajeros, entendiendo los cambios como parte de la vida.

 

Compartiendo mi experiencia como expatriada en México

 

Desde hace 6 años aceptamos en familia ser expatriados, México ha sido nuestro primer país, un lugar maravilloso que nos recibió y acogió desde el día que llegamos, facilitando nuestra adaptación, pero posiblemente en nuestro camino no será el único país, por eso es importante entender los cambios que trae consigo cada destino y crear estrategias personales para afrontarlos.

 

La primera expatriación se escoge, pero en adelante simplemente se asume y se acepta como una forma de vida, y que una vez arriba del avión que conduce al nuevo destino, se sabe que no hay que mirar atrás, solo hacia adelante, respirando profundo, tratando de despejar la mente para dar cabida a todo lo que se avecina.

 

Muchos deciden tomar el reto porque consideran que las oportunidades se aprovechan, el mundo requiere cada vez más personas con experiencias multiculturales y sí se tienen hijos es una oportunidad para que entiendan que, a pesar de tener un lugar de seguridad, somos capaces de asumir el nuevo reto, ayudándoles a madurar, ser flexibles al cambio y con gran capacidad de adaptación.

 

Cuando se decide cambiar de país empieza la ansiedad por conocer la mayor cantidad de información del nuevo destino. Internet es una muy buena herramienta para entender de manera inicial cómo es el país, su cultura, sitios de interés. Pero cuando se empieza a buscar donde vivir, elegir el colegio para los hijos, se puede sentir angustia porque no se conoce el país y no se entiende bien la dinámica. En ese momento es importante contactarse con el grupo de expatriados de la empresa, grupos de compatriotas o expatriados en el país, para llegar al nuevo destino y apropiarse del lugar con mayor facilidad.

 

Les comparto algunos cambios que hemos vivido y las estrategias nos ayudaron en el proceso:

 

1. Conociendo el nuevo lugar:

 

Enfrentar los cambios del nuevo destino puede ser abrumador y en ocasiones desbordante. Para facilitar el proceso es importante empezar a caminar, darse cuenta de los lugares cercanos que se tienen y que se necesitan como el supermercado, el centro comercial, la veterinaria (si se tiene mascota).

 

La idea es empezar el primer día caminando una cuadra o dos y luego ir avanzando al siguiente día. Cuando se tiene más confianza se puede ir en coche a lugares más lejanos, definiendo un objetivo antes de salir como ir a un determinado lugar para tomar un café. Es importante que uno se reconozca los pequeños avances y entienda que llegar al destino es un logro.

 

2. Hacer el primer mercado

 

Es un reto, porque no conoces los productos, las marcas, casi todo es nuevo y te tomas demasiado tiempo leyendo etiquetas. Es recomendable que ante un cambio de país solicites ayuda a una persona local que te acompañe a hacer mercado y facilitar el proceso.

 

Para mi hijo aceptar los nuevos sabores fue un proceso, pero con la ayuda del colegio establecimos una estrategia para que probara la comida que llevaban sus compañeros y así empezara a aceptar nuevos sabores y sensaciones como lo picoso de la comida.

 

3. Elegir colegio

 

No se apresure a elegir el colegio de sus hijos sin que cumpla con sus expectativas. Una sugerencia es hacer un pequeño listado de aspectos que son importantes y no negociables. Cada vez son más personas con este estilo de vida por eso las escuelas son muy flexibles y entienden la situación. Las áreas de psicología en los colegios están muy atentas al proceso de adaptación de los niños, teniendo en cuenta la parte emocional y los cambios que ellos están viviendo.

 

4. Entender el nuevo español

 

Entender los cambios en el lenguaje es un reto, ya sea porque las palabras cambian de significado, se utilizan otras palabras o las que usamos en el nuevo lugar no existen. Cuando tenga dudas de una palabra es importante buscar en internet o la ayuda de personas locales, para evitar malentendidos o sentir la frustración de no lograr que lo entiendan.

 

5. Los amigos

 

Las personas que conoces en el nuevo destino son muy importantes para que te sientas bien, conocer los vecinos, las mamás y papás del colegio o las reuniones de expatriados, son las mejores estrategias para empezar a tener un grupo de apoyo.

 

6. Las metas laborales

 

Las metas personales cambian, muchas dejamos de lado logros profesionales o sueños personales en función de la familia, sin embargo, se sentirán recompensadas al ver los logros de la pareja y la evolución de los hijos. Pero siempre he creído que en la familia todos deben crecer a nivel personal y luego del proceso de adaptación, se empieza a pensar en las propias metas. Si deseas buscar trabajo, es indispensable asistir a los cursos o eventos que realizan los grupos de expatriados, a través de las redes sociales se podrá contactar con ellos. Por otro lado, si deseas tener un trabajo que te brinde flexibilidad e independencia, piensa en el plan B que tenías en tu país para que en el nuevo destino se pueda volver su plan A, busca actividades que puedan moverse contigo.

 

Para concluir, es importante tener claro que cada proceso es diferente, cada destino tiene sus retos y cada momento de la vida puede facilitar o no la adaptación. No es una carrera, cada persona vivirá los momentos con el tiempo que requiera, lo importante es nunca quedarse en la zona de confort y dejar de explorar.

 

Escrito por: Milena Jaimes Salazar

 

Psicóloga, especialista en sistemas integrados de gestión QHSE

 

Correo: cmjaimes77@gmail.com

 

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