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Cómo aprendí a solucionar los desafíos más grandes

Ya lo dijo Serrat en su canción basada en un poema de Antonio Machado, Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Y es este uno de los desafíos más grandes a los que se enfrenta todo emprendedor social en México. Si bien hay un gran camino creado por organizaciones y emprendedores, siempre tendrá que saltar hacia lo desconocido en su andar. Se verá obligado sin remedio a crear el camino que otros sigan. Y es este compromiso lo que lo hace un emprendedor social. Es esto lo que lo hace diferente de los demás emprendedores: la responsabilidad de crear nuevos caminos que facilitarán a otros a llegar más lejos. Y generar así un efecto dominó; una reacción en cadena de impacto.

 

Se ha generado una increíble cantidad de conocimiento para cambiar el mundo y para causar el mayor impacto. Sin embargo, para generar un efecto todavía mayor es necesario aprender de otros emprendedores sociales y del camino creado por organizaciones como Ashoka para que cada avance nos lleve a objetivos más lejanos y más difíciles. El reto más grande se conseguirá vencer gracias a un conjunto de esfuerzos coordinados en una misma dirección, generado por una reacción en cadena de miles de pequeñas experiencias.

 

La reacción en cadena se genera gracias a los emprendedores sociales porque son ellos quienes suman experiencias y aprendizajes, dejando siempre enseñanzas en su camino para que nuevos emprendedores sociales los sigan pero con menos dificultades. ¿Qué pasaría si pudiéramos aprender de todos los emprendedores sociales del mundo para generar mayor impacto y más reacciones en cadena? ¿Qué pasaría si logramos unir el dominó más grande del mundo? ¿Te imaginas la reacción que generaría? No habría muro imposible de tirar, desafío imposible de vencer y problema imposible de solucionar. Caminantes, hay caminos.

Escrito por Resiliente Magazine

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Este artículo es una colaboración entre Ashoka y Resilientemagazine.com