Desde Comala para el futuro
Son fantasmas los que nos hacen recordar quiénes somos y son otros más los que nos nublan el ver qué es lo que tenemos frente a nosotros. Pedro Páramo comienza con una de las más célebres frases de todos los tiempos, tan célebre como la conocida «…en un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme», o el «[C]all me Ishmael»: «[V]in e Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre…». Y el vaivén de la búsqueda para encontrar a Pedro Páramo nos hace pensar en todo lo que dejamos al crear historias, hablar con gente, compartir nuestra comida o bien evitar cruzar miradas a lo largo de toda nuestra historia. Tal vez cuando alguien venga en búsqueda del legado que dejamos, se encontrarán con mil fantasmas que hablen de nosotros y si es así, solo nos queda esperar que hablen de forma positiva.
Los escritores dejan un legado en las letras que lograr llegar a millones de personas. Su herencia quedará por los siglos de los siglos. Y lo mismo sucede con los pintores o los artistas en general. ¿Qué sucede con las demás profesiones? ¿Qué marca dejaremos en el mundo o qué fantasmas hablarán de nosotros una vez hayamos llegado a otra vida? Un sueño común para cualquier empresario es poder construir una herencia viva para sus hijos en forma de empresa pero curiosamente son muy pocos los padres que logran verdaderamente cumplir su sueño. Son mil razones las que hacen que los imperios se destruyan, sea por la ambición o avaricia de los hijos, sea porque los mercados cambian o simplemente porque no se planeó de manera correcta la famosa transición o cambio de manos.
¿Qué legado dejaremos a nuestros hijos si no actuamos de forma que evitemos el cambio climático, la desigualdad, el agotamiento de los recursos naturales, etc.? Las esperanzas no son muy grandes y solo quedaría la confianza de que los hijos lo hagan todo de una mejor manera; con un mejor resultado. Este mundo que vivimos fue heredado por las generaciones anteriores pero esta no es excusa suficiente para olvidar que nuestra responsabilidad no es recibir un planeta saludable o en deficiencia sino recae en no hacer nada para mejorarlo. Quizás sea de esto de lo que hablarán los fantasmas una vez que las siguientes generaciones vayan a Comala porque les dijeron que ahí todavía había algún tipo de futuro.