Home / Inspiración  / La realidad es difícil de digerir

La realidad es difícil de digerir

¿Cuántas veces has amado a algo o alguien y no te sientes cómoda? ¿Cuántas veces te has encaprichado con algo o alguien con tal de escuchar algo que necesitas? Yo te comprendo. Luché batallas que desde el inicio las tenía perdidas, trate de agradar, aunque perdiera mi verdadero ser, trate de cambiar tanto con tal de encajar que se me olvidó mi razón de estar en este mundo, ya no tenia ganas, solo quería ganar un poquito de respeto, me dio tanto miedo perder, y perdí lo más importante, mi tranquilidad y mi paz, me sentí una persona insignificante, porque no me daba cuenta que el dolor se confundía con la felicidad, amé tanto que no necesitaba recibir algo a cambio, pero bien dicen que si no recibes te cansas y yo me cansé, me cansé de solo recibir groserías, faltas de respeto, chismes, mentiras, y simplemente algo de mí se rompió.

 

Sostuve una relación aún diciéndome todos los días ya no quiero estar aquí, aún siendo infeliz, te preguntarás por qué. Bueno, la respuesta es fácil: yo quería un premio, un reconocimiento, una aprobación, personas con quien estar, pero no con quien ser.

 

Busqué algo que todo el tiempo había tenido, amor. Me llevé malos tragos para poder vencer prejuicios y pertenecer, y entonces algo en mí me dijo, ¡basta! ¡Basta ya!, ya no eres tú, cambiaste para darle gusto a un grupo que no te valora, que no te aprecia, que no te quiere, aguantaste miles de faltas de respeto, humillaciones, te sientes como nadie cuando eres valiosa, bonita, inteligente, te estas perdiendo y solo piensas en como debes ser, el fruto de tu vida no son premios, eso no te hace mejor ó peor, una cosa es lo que eres y otra lo que muestras, que antes de estar contenta, debes estar contigo, tienes que dejar de mentirte, de culparte y de fallarte, decirte verdades que necesitas, para esconder una realidad que lastima, basta de dedicar tiempo a alguien que no te aprecia.

 

Basta de estar en una guerra y tratar de ser feliz ahí, no te estas entendiendo, estas dando vueltas por no quitar de en medio eso que simplemente no tiene buena actitud, que no compartes valores, comprendí que la gente que me odia, va a hablar mal de mi haga lo que haga, que tengo que ser feliz, y dejar de permitir tanta humillación, que tenemos complejos que vencer, que tengo que aceptarme para entender que todos merecemos bien, que todas las personas merecen un trato justo, que debes de dejar de pensar en lo que no tienes y enfocarte en las cosas que si tienes, agradecer a la vida, que la tienes, y que puedes mejorar. Y que vales más de lo que muchos dicen y, muy probable, de lo que tú crees. Hay que entender que somos perfectos con nuestras imperfecciones porque somos seres únicos. Somos perfectos a pesar de borrones y caídas. Todo es una suma, y que una cosa es lo que eres y otra lo que muestras.

 

Hoy me grito que tengo aceptarme, amarme, comprenderme, y respetarme; que tengo que dejar de exigirme tanto con tal de buscar una aprobación que ya tengo, que voy a ser feliz conmigo. Voy a parar de exigirme todo lo que me pido, dejar de engañarme, porque soy tan bonita, tan fuerte, tan amada, pero sobre todo tan valiosa, que es la última vez que permito tanto porque me cansa, me afecta, me causa conflicto, y soy tan chingona que no necesito la aprobación de nadie. Porque tengo la mía y no me importa lo que digan porque sí, ¡cambié! a lo que quiero ser. 

 

Escrito por Norma Ivonne Moreno Díaz