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¿Por qué es importante tomar en cuenta la toxicología ambiental en la gestión de residuos?

La crisis ambiental que atravesamos está siendo alimentada por distintos factores, y uno sumamente importante es el cómo gestionamos nuestros residuos. Comprendiendo a los residuos como cualquier subproducto de un proceso que tiene o se desea desechar o el mismo producto que ya cumplió con su ciclo de vida y se va a desechar. No necesariamente dejan de tener valor económico, pero el usuario ha decidido ponerle fin a su vida útil. Los residuos se consideran un problema ambiental porque pueden contaminar el suelo, el agua y el aire, y pueden tener impactos negativos en la salud humana y la biodiversidad.

 

Antes de comenzar este artículo, me parece pertinente exponer los términos que comúnmente tienden a confundirse, o lo que son necesarios para comprender el tema.

 

Una toxina es una sustancia producida en el cuerpo de los seres vivos por la acción de los microorganismos, estas pueden ser perjudiciales o dañinos para el cuerpo humano. Las toxinas también que son útiles en pequeñas dosis, pero tóxicas en grandes cantidades, pueden estar incluidas en algunos medicamentos.

 

Los xenobióticos, por otra parte, son compuestos sintéticos. Puede decirse que son productos químicos que fabrica el ser humano con distintos fines y no pertenecen naturalmente al cuerpo humano. No solo se debe de considerar el compuesto, también la dosis y el tiempo de exposición.

 

Ecotoxicología son los efectos de toxinas y xenobióticos en el ambiente, flora y fauna.

Toxicología ambiental: toxinas y xenobióticos en el ser humano.

 

Entre los residuos que pueden considerarse xenobióticos se encuentran: residuos químicos, residuos electrónicos, residuos plásticos, residuos radioactivos y residuos farmacéuticos.

 

Por otra parte, la descomposición de los residuos libera enormes cantidades de gases como dióxido de carbono, metano, amoniaco y ácido sulfhídrico. A pesar de que estos sí se encuentran en la atmósfera, por el exceso de liberación de estos gases, es decir, la alta dosis que se concentra en el ambiente, la tierra, el agua, y que incluso ingresa a nuestro sistema, se consideran sumamente importante al hablar de toxicología ambiental.

 

Los xenobióticos pueden tener repercusiones fisiológicas o genéticas, y también pueden ser agudas (respuesta inmediata) como puede ser una intoxicación, quemadura o alergia, o crónicas (respuesta a largo plazo). Por ejemplo, pueden causar daño en el hígado, los riñones, el cerebro y otros órganos, alterar la función hormonal del cuerpo. En el peor de los casos, pueden dañar el ADN y causar mutaciones genéticas que pueden aumentar el riesgo de cáncer y otras enfermedades. Incluso, la mala disposición de los antibióticos, pueden contribuir al desarrollo de bacterias resistentes a los medicamentos.

 

Tomar en cuenta la toxicología y ecotoxicología es vital para la correcta gestión de residuos y verdaderamente cumplir con el objetivo de cuidar el medio ambiente. No solamente se deben de tomar en cuenta los efectos nocivos en el ser humano, también en los ecosistemas, que finalmente, su salud es necesario para mantener el equilibrio ambiental y, por lo tanto, se procura un ambiente óptimo para el desarrollo.

 

Si se disponen correctamente los residuos que son o tienen como subproducto un xenobiótico al mismo tiempo que se reduce su producción o consumo, se previenen las afectaciones que estos puedan tener, que muchas veces, tienden a ser irreversibles.

 

Te invitamos a investigar sobre la forma en la que se disponen tus residuos y las consecuencias que tienen los productos que adquieres cuando ha llegado el fin de su vida útil. Asumiendo nuestra responsabilidad ambiental como consumidores es la forma en la que podemos crear un mayor cambio.

 

Escrito por: Michelle Servín, Consultora en Responsabilidad Social y Sustentabilidad