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Transparencia, comunicación y Responsabilidad Social | Terraética

Existe mucho escepticismo en el mundo. Sin embargo peor que el escepticismo es el cinismo que lleva a la inacción y al aletargamiento. Esto último es lo más peligroso y el más presente en la sociedades actuales. Una cosa es que el  director de una empresa no quiera ser transparente (que no siga el modelo de la Responsabilidad Social Empresarial), otra cosa es hacer pretender que no existe la necesidad de la transparencia, y otra, muy diferente, decir que no existan empresas que vean las ventajas de cambiar sus prácticas y hacerlas transparentes.

 

La primera posición es una posición esceptica que cae en la redundancia de seguir creyendo en los viejos paradigmas empresariales. La segunda posición es una posición cínica que puede ser válida para cualquier persona que dude del comportamiento de las sociedades y de la humanidad, que sí una perspectiva que si bien es un tanto triste, puede ser compartida por mucha gente. No obstante, la más dificil de las posiciones y la más dañina es la última: la de creer que nadie puede ver (o que nadie verá) el beneficio de ser socialmente responsable y transparente.

 

Esta posición lleva a la inacción y es contaminante como pocas cosas. Lo es porque es presuntuosa y pedante al asumir que la posición (la tercera) es la predominante en todas las sociedades del mundo, en todos los modelos empresariales y para todos los directores y emprendedores del mundo, y en todas las personas que viven actualmente.

 

La Responsabilidad Social Empresarial, en su forma de transparencia, es un instrumento fortísimo para las empresas del nuevo siglo y para las visiones del futuro. Si bien es un discurso que se lleva teniendo desde hace mucho tiempo en los sectores privados y públicos, es hasta ahora que los elementos confluyen para que el valor de la transparencia tenga un peso importante en toda toma de decisiones.


Si una entidad (empresa, entidad pública, partido político o asociación de cualquier tipo) comunica su información de forma transparente, quiere decir que no tiene nada que esconder. También significa que no tiene esqueletos en el armario ni manchas en la piel. Y aunque la gestión de la empresa no se encuentre en las óptimas condiciones, la mera aceptación de ello públicamente (a nivel interno y externo), es una muestra de la intención de querer hacer las cosas mejor.
La transparencia es una muestra de querer cambiar sus modelos antiguos y querer entrar en los nuevos mercados (consumidores, gobernados o votantes).

 

Recuerdo leer en una memoria de una cadena hotelera internacional que la intención del año para el ahorro de agua era de ahorrar x número de agua, digamos 100 metros cúbicos por poner un número, pero en realidad, solamente había podido ahorrar 5 metros cúbicos. También decía que no cumplireron sus objetivos en el ahorro de electrícidad pero proponían procesos nuevos para lograr los mismos objetivos pasados para el siguiente año fiscal. La empresa era transparente en estos aspectos. Lo que había hecho bien, lo comunicaba. Lo que había hecho regular, también. Incluso aceptaba públicamente que en ciertas ramas había perdido terreno y había empeorado. Esta es una muestra de transparencia y de querer entrar en los nuevos modelos.

 

El antiguo paradigma hubiera determinado lo dañino para la imagen de la empresa el decir que han faltado a sus objetivos iniciales y hubiera querido maquillar o desaparecer los daños no tan positivos. Por esto, como ejemplo, es por lo que las sociedades hemos caído en un cinismo contagioso del que difícilmente nos podemos deshacernos. Pero poco a poco, la comunicación y la transmisión de información en las aventureras empresas, han demostrado las ventajas de estas nuevas prácticas, y poco a poco, más empresas y entidades se han sumado.

 

No dudo que en un futuro, estas prácticas, en primer lugar, sean obligatorias por parte de los gobiernos, y en segundo lugar, sean generales para todos los sectores o departamentos de las instituciones. ¿Qué quiere decir esto? Que si se adoptan los nuevos procesos desde ahora, será más barato en un futuro, y no solamente más barato sino que además, será benéfico porque adelanta a las demás instituciones que sigan creyendo en el viejo paradigma empresarial.

 

La comuniación puede ser una herramienta muy poderosa y puede ser el cuello de botella de las demás prácticas. Tip: al gestionarla correctamente, se facilitarán las demás prácticas. Al no hacerlo se pierde la participación de los empleados. Sin comunicación, no hay seguimiento de los logros, lo cual puede contribuir fácilmente al aumento del desgaste de las prácticas repsonsables.

 

Escrito por Roberto Carvallo Escobar

 

Tw. @rob_carvallo

 

Director de Terraética y orgulloso creador de Resiliente Magazine