Quizá lo más importante para la sustentabilidad no es precisamente la idea del futuro sino del yo. Por eso, las ideas más rompedoras de deben venir siempre y únicamente desde una voz de mando o de la autoridad. También pueden venir desde todos aquellos que son conscientes que hay algo que podría ser diferente. Aquellas personas conscientes de los problemas del cambio climático, del exceso de basura y del detrimento del planeta en general pueden ser aquellos que propongan los cambios estructurales en las empresas o entidades, es decir, pueden proponer nuevas herramientas o cambios en los procesos para evitar derroches y ahorrar. Sin embargo, no deben los únicos. También este esfuerzo debe venir de todos.
Puede ser que aquellos que estén empujando el cambio hacia el ahorro de la basura, el reciclaje y el mundo verde lo hagan para quedar bien con el jefe, con su familia, con sus hijos, o quizá también lo hagan para contribuir con el planeta. Pragmáticamente, en términos muy reales, no hay diferencia en la razón; solamente lo que importa es la consecuencia de los actos y si ella, es positiva tanto para el planeta como para las familias o las empresas, mejor.
¿Cómo hacer que todos se suban al barco, sin importante la razón por la que se hacen más verdes? Todo comienza con una palabra mágica: comunidad. Y la comunidad es el detonante hacia uno de los factores más importantes en la vida diaria: la toma de decisiones. Es importante por una sencilla razón. Es motivacional dado que expresa que la voz de cualquier elemento de un núcleo será escuchada si resulta en una mejoría para dicho núcleo. Y ese núcleo es precisamente tan grande como podamos hacerlo.
Si solo decidimos en pro del núcleo personal, las decisiones pueden fáciles y ventajosas. Las cosas se hacen más complicadas cuando el núcleo se amplía a una familia, mucho más a un pueblo y así subsecuentemente hasta llegar a las decisiones en pro del planeta. Para ello se necesita gente que valoren las opiniones de toda comunidad pero más importante, que siempre tengan en mente el beneficio para todos. Cuando eso se logra, se produce uno de los objetivos de la responsabilidad social y de la sustentabilidad: integración y compromiso.
Con integración y compromiso se genera uno de los elementos más frágiles pero a su vez prioritarios para un mundo equitativo, justo y sostenible: la confianza.
Para Terraética, este 2020 es el año dedicado a la confianza para la generación del futuro. Conoce más de lo que hace Terraética pero sobre todo, conoce más de qué hacer para generar confianza. Es trabajo de todos pero la gran ventaja es que será, igualmente, beneficio para todos.
¡Muy buen año!
Escrito por Roberto Carvallo Escobar
Tw. @rob_carvallo
Director de Terraética y orgulloso creador de Resiliente Magazine