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¿Por qué los ambientalistas rechazan el Tren Maya?

A más de dos años de inicio de su construcción, el Tren Maya plantea más preguntas que respuestas y no son de extrañarse las dudas que los ciudadanos tenemos al respecto de esta polémica obra. Resulta aún más complicado generarse un buen criterio cuando las versiones de las autoridades distan mucho de lo que afirman académicos y sociedad civil. Sin duda alguna, una de las controversias más sonadas es qué tanto afectará el trazo al medio ambiente y qué medidas se están tomando para evitar un ecocidio. A continuación, te presentamos algunos aspectos que preocupan a los defensores del medio ambiente.

 

1.- Fragmentación de ecosistemas únicos en el mundo

 

El sureste mexicano es una región fascinante de nuestro país que estuvo prácticamente aislada del resto de la república mexicana durante gran parte de su historia. Por ello, mucho de su territorio se mantuvo deshabitado hasta hace apenas unas décadas. A pesar de la explotación que ha sufrido la región por el turismo y la extracción de recursos, aún se conservan sus tesoros naturales. La mayoría del territorio que no ha sufrido intervención humana forma parte de algún área natural protegida. El trazo del Tren Maya planea atravesar muchas de estas reservas, algunas siendo patrimonio no sólo de nuestro país del mundo entero. Preocupan en especial los humedales,  las extensas selvas tropicales de la región y el complejo sistema de cuevas subterráneas que interconectan la red de cenotes más grande del planeta.

 

2.- Amenaza a la biodiversidad

 

Los extensos corredores biológicos que aún sobreviven en la Península de Yucatán y en los estados de Chiapas y Tabasco sirven como refugio a decenas de especies amenazadas. Algunas de las más representativas de la región son el jaguar, los monos araña y aullador, el tapir, la guacamaya roja y los venados cola blanca y temazate. Sin embargo, existen muchos otros anfibios y reptiles poco mencionados que igualmente se encuentran en peligro. Por si esto fuera poco, el trazo del tren contempla pasar muy cerca del Volcán de los murciélagos, una cueva poco conocida en Calakmul, Campeche, donde cada tarde vuelan por los aires más de dos millones de estos mamíferos de unas nueve especies diferentes. A pesar de no estar clasificados en alguna categoría de riesgo, estos peculiares animales ayudan a mantener el delicado equilibrio de los ecológico y una mala planeación del Tren Maya podría afectar su hábitat e incluso sus patrones de comportamiento, alterando gravemente el ecosistema.

 

3.- Irregularidades en el proceso

 

Retrasos en la construcción, cambios en las rutas, ausencia de documentos oficiales y una transparencia dudosa ponen en tela de juicio el proyecto insignia de la presente administración gubernamental. Primero se contempló un Tren eléctrico, después iba a ser de diésel y ahora parece ser que siempre sí al menos un 40% de la ruta va a ser eléctrica. El recorrido igualmente ha tenido que ser redirigido varias veces y ahora nos empezamos a preguntar ¿Por dónde es mejor pasar? ¿Tramos de selva o casas habitación? ¿Estaciones dentro o fuera de las ciudades principales? ¿Favorecer a las comunidades o al turismo masivo? Claramente en esta ecuación no todos pueden salir beneficiados, por lo que se debe tener cuidado con las decisiones que se tomen.

 

Un rayo de esperanza

 

El pasado martes 8 de marzo un tribunal ordenó la suspensión “definitiva” a las obras del magno proyecto en sus tres primeras etapas, luego de un amparo promovido por defensores de un pueblo maya originario.  Muchos celebrarán, otros estarán en desacuerdo. ¿Este suceso marcará el fin del magno proyecto gubernamental? En lo personal no creo que así sea, pero es una señal de alerta importante para que las autoridades hagan bien su trabajo. Somos los miembros de la sociedad civil quienes debemos levantar la voz ante actos que atenten contra nuestro planeta. Debemos exigir información y hacer valer nuestro derecho a un medio ambiente sano. Al final es muy probable que este proyecto se lleve a término y eso implica la necesidad de mantenernos informados acerca de lo que sucede en torno a esta infraestructura turística. Bien planeada podría cambiar el rumbo completo de una región históricamente rezagada en términos económicos. Mal ejecutada no sólo nos causará daños ambientales irreversibles, sino que terminará beneficiando sólo a un puñado de personas.

 

Escrito por Fernando Sauri,

Ingeniero ambiental en proceso de formación y apasionado por la naturaleza.

Correo: fjsauri@outlook.com