Actualmente nos encontramos en una situación que ha afectado nuestro estilo de vida, la forma en la que interactuamos e inclusive ha afectado a la economía, estos cambios son debido al virus COVID-19.

Al tratarse de un virus altamente contagioso ha sido necesario suspender las actividades cotidianas de la mitad de la población mundial, ocasionando una parálisis económica, falta de alimentos e inclusive una disrupción de la cadena productiva.¹ Para frenar la expansión de Covid-19 las medidas aplicadas fueron diversas, como cerrar edificios públicos, empresas, comercios, limitar la movilidad, entre otras. Como consecuencia se redujo la producción, el consumo y turismo en varios países, lo cual trae consigo consecuencias económicas, obligando a los estados a inyectar grandes cantidades de dinero para que el sistema continúe funcionando.

Así mismo las bolsas y mercados de valores fueron víctimas de las medidas preventivas, lo cual ha empeorado los mercados globales.  Se teme que esta pandemia pueda ocasionar una crisis económica similar a la de 2008 (Gran Recesión) misma que tuvo efectos a nivel mundial. ²

A pesar de que el panorama económico después del Covid no luce esperanzador, Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, argumenta que este virus nos debe de dejar claro que existe una necesidad de construir una economía más sostenible y que sea funcional tanto para las personas como para el planeta. La respuesta ante tal epidemia ha sido rápida y de “tiempos de guerra” por lo cual, cuando se pase a la etapa de reconstruir, se deben de contemplar las señales ambientales y como se ven estas relacionadas con el futuro y bienestar de las personas. ³

Dichas declaraciones fueron hechas debido a la notable mejora de calidad ambiental que se está viviendo en estos momentos como la disminución de gases de efecto invernadero o la mejor calidad del aire. Hay que ser sinceros y admitir que estos cambios únicamente son visibles debido a la modificación abrupta del estilo de vida de miles de habitantes, por tanto, son cambios temporales y muy probablemente regresen a su estado anterior cuando las medidas preventivas sean levantadas.³

Si se quiere tener un impacto ambiental positivo al finalizar la pandemia, el cambio debe de comenzar en los hábitos de producción y consumo hacia modelos que sean más limpios y sostenibles, ya que son las transformaciones a largo plazo las que cambiarán los niveles de CO2 en la atmósfera.

¿Cual es la otra cara de la moneda?

Varios gobiernos indican que disminuirán sus normativas ambientales. Por el momento diversos gobiernos se encuentran “reduciendo sus exigencias medioambientales, disminuyendo la aplicación de normas ecológicas, suspendiendo requisitos de vigilancia ambiental y limitando la participación pública”.⁴

Estas acciones únicamente desencadenaran más problemas, ya que actos como la deforestación, agricultura industrial o comercio ilegal silvestre (por mencionar algunas) implican una degradación ambiental, incrementando la probabilidad de futuras pandemias.⁴ Aparentemente diversos gobiernos no tienen clara la realidad, un medio ambiente sano es clave para prevenir pandemias y al mismo tiempo, proteger los derechos humanos, debido a que acelerar el deterioro ambiental repercute en los derechos humanos como el derecho a la vida, la salud, agua, cultura o vivir en un entorno saludable.⁴

Esto también afectaría mayormente a las personas en situación de vulnerabilidad, tomemos como ejemplo el Covid-19 “las personas que habitan en zonas con mayores niveles de contaminación atmosférica, sufren un mayor riesgo de muerte prematura a causa del COVID-19. Del mismo modo, el acceso al agua limpia es esencial para evitar que las personas contraigan y propaguen el virus”.⁴

Los expertos deberían de tener claro que las decisiones que se encuentran siendo tomadas ante esta epidemia deben de contemplar el futuro y bienestar de la humanidad y el medio ambiente, por lo cual se necesita tener un enfoque socialmente responsable y sustentable, siendo una opción el acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2020.

Fuentes: 

1.- Clarín . (02 de abril de 2020). Clarín . Obtenido de Coronavirus: la mitad de la población del mundo en cuarentena y ya hay un millón de infectados: https://www.clarin.com/mundo/coronavirus-mitad-poblacion-mundo-cuarentena-millon-infectados_0_NxbCGGbPp.html

2.- Pont, E. (18 de marzo de 2020). La Vanguardia . Obtenido de ¿Cómo afecta el coronavirus a la economía?: https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20200316/474199840484/coronavirus-economia-mundial.html?facet=amp

3.- ONU. (07 de abril de 2020). Noticias ONU. Obtenido de La pandemia de coronavirus es una oportunidad para construir una economía que preserve la salud del planeta : https://news.un.org/es/story/2020/04/1472482

4.- Ambientum. (20 de abril de 2020). ambientum. Obtenido de Coronavirus para revertir sus políticas medioambientales: https://www.ambientum.com/ambientum/medio-natural/coronavirus-para-revertir-sus-politicas-medioambientales.asp