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¿Está México listo para dejar de usar bolsas de plástico? | Terraética

La receta más común para desechar buenas ideas en México es echarle la culpa a la mentalidad mexicana. «En Europa eso funciona pero aquí en México», era lo primero que uno se encontraba cuando trataba de ser sostenible en este país. Fue por mucho tiempo la bandera del pesimismo y del estancamiento de una gran parte de la sociedad…hasta que el futuro los alcanzó y se encontraron con que ya no hay bolsas de plástico de un solo uno, popotes y otras trivialidades con las que contaba la persona occidental despreocupada por el medioambiente.

 

Hoy ha cambiado todo, aunque tal vez todavía nos faltan muchas cosas.

 

Poco a poco se ha reemplazado la frase de, «eso funciona en la colonia Roma o en la Condesa pero no en todo el país», con «bueno, el mundo cambia y debemos adaptarnos». No es nada fácil pero quizá es menos difícil de lo que pensamos. Desde la frase, «Yo nunca podría dejar de comer queso» quizá el futuro nos indique otra cosa como lo hizo el tiempo con la frase, «Las mujeres no pueden ir a la universidad».

 

La otra vez escuché decir que la gente de Monterrey es muy cerrada para cosas nuevas, y las cosas nuevas son necesariamente las tendencias de la sustentabilidad, el veganismo, etc. La gente se queda con lugares comunes sin pensar que la zona más desarrollada de la industria en México hablará necesariamente el lenguaje de los negocios del futuro, y eventualmente cambiará y se adaptará. Y con ellos, todo el país.

 

Otro día escuché que en México, no interesa lo sustentable sino el precio. Iba a más el comentario y decía esa persona que en México solo se compra lo barato. ¡No puede estar más equivocado esta persona o cualquier que siga pensando de esa forma con el mercado mexicano! Quien lo diga nunca ha ido a una fiesta de pueblo a ver a Marco Antonio Solis, donde el mariachi toca 2 días seguidos y se despilfarra hasta el sentido común. Todo ello, no es nunca barato. O quizá nunca ha ido a una boda mexicana en donde hay todo excepto austeridad.

 

¿Desde cuándo lo barato significa lo malo o lo no sustentable? Desde la tienda de abarrotes del pueblo, hasta los tianguis en los mercados y sobre todo, en las fiestas de pueblo (15 años, bodas y pachanga x) se demuestra que el mexicano, 1, no puede generalizarse, 2, no gasta únicamente de forma racional sino emocional, por gusto y cultura, y 3, el mexicano se preocupa por su entorno y por hacer negocios con gente de la comunidad.

 

Otra cosa es que en la ciudad pensemos que lo barato significa Wallmart y nada más. Ceguera que tenemos aquellos que pensamos que nuestro entorno es suficientemente generalizable para un país de más de 100 millones de personas.

 

¿México está listo para el mercado de sustentabilidad? Posiblemente. Confiemos en ello. Otra cosa es que haya intereses para que el mexicano siga viendo la televisión, comprando en grandes supermercados y limitando al mexicano bajo conceptos e ideas del pasado.

 

Escrito por Roberto Carvallo Escobar

 

Tw. @rob_carvallo

 

Director de Terraética y orgulloso creador de Resiliente Magazine