En el 2015, 80 millones de personas sufrieron de hambruna; en el 2016, esta cifra incrementó a 108 millones. Y es que a pesar de los esfuerzos contra el hambre a nivel internacional, no ha sido posible combatir la inseguridad alimentario a pesar de la constante lucha que realiza la FAO, el PMA y UNICEF. Las tres amenazas ante el combate contra el hambre han sido: conflictos, precios altos y eventos meteorológicos.

Algunas acciones que se están llevando a cabo son el compromiso político y la gobernanza y coordinación. Dirigentes del mundo se han comprometido a reducir el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición, a través de la aplicación de políticas y programas que garanticen un uso y movilización de recursos eficiente. Es necesario incluir distintas dimensiones como la disponiblidad, el acceso, la estabilidad y la utilización de alimentos.

¿La inseguridad alimentaria es lo mismo que el hambre? La inseguridad alimentaria, según el Fondo de las Naciones Unidas (FAO) existe cuando la persona no tiene acceso a los alimentos suficientes y nutritivos que satisfagan las necesidades energéticas alimentarias. Los países más vulnerables a sufrir de inseguridad alimentaria son Sudán del Sur, Somalia, Yemen y el noreste de Nigeria; mientras que los países que necesitan asistencia por la inseguridad alimentaria son Iraq, Siria, Malawi y Zimbabue.

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Escrito por Fernanda Luna

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