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Desde el río Querétaro, viajero

Al tiempo de caminar por la vida, me encontré a orillas del río Querétaro. Todo inició con una invitación de una tersa voz “¿Te interesa venir a platicar sobre el Canal Nacional y su rescate?” Tras la aceptación el resto fue sólo coordinación.

 

El problema de la contaminación de ríos urbanos tiene varias aristas, entre ellas la relativa a la sucesión de una generación a otra. Un río no se contamina de un día para otro -usualmente- son varios los años en los que el descuido, la expansión urbana, los residuos urbanos e industriales logran deteriorar no sólo el cuerpo de agua sino el entorno social de un cauce urbano. Por lo anterior son varias las generaciones que atestiguan la debacle de un río, pero también su recuperación. El evento “El Río Querétaro: Esfuerzos intergeneracionales e interdisciplinarios para su recuperación” buscó dar voz a las diferentes generaciones y actores que rotan en torno a la problemática del río Querétaro. En un primer panel tres ponentes pertenecientes a la generación de la gran obra hidráulica en México(mitad del siglo pasado) dieron su visión sobre la primacía de la ingeniería y del estado para resolver todo aquello relacionado con los cauces urbanos. Conforme avanzó el evento, a los primeros panelistas les siguieron muchachos de no más de 30 años de edad quienes desde su visión resaltaron la importancia de lo histórico-social por sobre lo técnico ingenieril, de la participación ciudadana por sobre la actuación unilateral del Estado.

 

Al final del evento, estos chicos tuvieron la amabilidad de compartir el pan y la sal con quien escribe éstas líneas y entre bocado y bocado supe que ellos son parte de una asociación civil llamada H2Qro. Dicha asociación es la plataforma de acciones de amplio espectro encaminadas no sólo a limpiar el río Querétaro sino a resignificarlo y a que la población lo re-apropie a través de murales, de convivencia y de regresarle la vida al chaac–una especie de guardián que el folklore asociaba con el río. Por mi parte pude compartir lo que la experiencia del Canal Nacional ha dejado en quienes hemos buscado su mejora.

 

En efecto, el rescate del río Querétaro es un reto, tanto por los químicos que hay como por el desinterés sistemático de las autoridades responsables. Sin embargo una nueva y fresca generación de ciudadanos apuesta por arremangarse y mojarse–como dicen los españoles- en pos de un bien colectivo, en pos de remediar aquello que otras generaciones prefirieron ignorar. No están solos únicamente hay que encontrarnos para darnos cuenta que vamos en el mismo rumbo.

 

Desde aquí mi más sincera admiración a H2Qro, en particular a César, Roberto y la Güera. Y a quienes desde su trinchera académica coquetean cada vez más con la investigación-acción les reitero: no están solos.

 

Escrito por Erick Aguilar

Aprendiz de ser humano, viajero en capacitación, bibliófilo consumado y sociólogo consumido

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