Es lunes y regresas finalmente a casa después de un día larguísimo de trabajo. Estás tan hambrient@ que te comerías el mundo entero. Abres el refrigerador y no tienes nada que comer así que terminas pidiendo una pizza o unos tacos del güero de la esquina. Y es que la gran mayoría coincidimos en que la vida nos mantiene tan ocupados que no nos queda tiempo para preparar una cena nutritiva, pues podríamos morir de hambre en el intento.
Pero si nos diéramos tan solo un día para planear lo que comeremos durante la semana, sería más fácil alejarnos de la comida poco saludable. Ahorraríamos tiempo, dinero y mucho estrés. Y una de las maneras más simple para planear un menú semanal es escribirlo en un calendario. Así podrás ver todo lo que has comido y has planeado comer para poder variar más tus alimentos. Incluso verás que resultará más sencillo hasta hacer la lista del súper. Y será menos probable que termines gastando en comida chatarra, lo cual automáticamente ayudará a tu bolsillo.
Al momento de crear un menú semanal asegúrate de incluir 3 comidas fuertes y 2 snacks que contengan proteínas, verduras, frutas, carbohidratos, grasas buenas y semillas. De esa manera te sentirás más saciado durante todo el día. Y recuerda hacerlo divertido y reconfortante. Incluye comidas que te hagan sentir bien en un día de frío como por ejemplo una sopa de verduras calientita o algo fresco en un día caluroso.
Escrito por Mónica Vera