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¡Resiste!

¿Quién no se ha preguntado si todo el trabajo que uno hace en su empresa, en su proyecto o en su negocio vale la pena, si sirve para algo o simplemente si se está creando el cambio que se deseaba? Si sí, resiste. Si no, tal vez no lo estés haciendo bien.

Y no es arrogancia ni pedantería. Un poco quizá. Pero en realidad, la resistencia es el gran valor que el empresario puede tener a lo largo de su vida. Se dice que la característica del empresario es que innova y cambia paradigmas. Escuché en otra ocasión, muy atinadamente, que el empresario es realmente aquel que tiene una cualidad muy especial: sabe convivir con la frustración.

Y creo habría que ir un poco más allá, un poco más adelante. El empresario, el emprendedor, es aquel que sabe resistir. Que se ha hecho resiliente y sin ver aquello a lo que se enfrenta, sigue adelante. Y es resiliente, quizá por la que vida lo hizo así o bien porque si no lo fuera, no seguiría siendo empresario. Aquí hay petición de principio pero no estamos para sumar dificultades al ya complicado mercado competitivo.