Es bien sabido que hay muchas organizaciones e instituciones que apoyan el empoderamiento femenino. La ciudadanía en sí está despertando a esta consciencia, aunque aún hay personas (tanto hombres como mujeres) que se siguen preguntando “¿Y yo que gano?”.

Si pensamos que este asunto es ajeno a nosotros por no ser activistas feministas, permíteme ponerlo desde otra perspectiva. Según el Pacto Mundial de Las Naciones Unidas al empoderar a las mujeres e integrarlas en los distintos niveles de la actividad económica se logra:

• Crear economías fuertes.
• Establecer sociedades más estables y justas.
• Alcanzar los objetivos de desarrollo, sostenibilidad y derechos humanos.
• Mejorar la calidad de vida de las mujeres, de los hombres, de las familias y de las comunidades en general.
• Promover las prácticas y objetivos empresariales.

Y no es que las mujeres seamos las salvadoras del mundo, ¡no! Más bien todo se trata de que al momento en que la sociedad reconoce, acepta y valora a todos sus elementos, evoluciona. Se habla de inclusión, de nuevas maneras de pensar, y sobre todo de libertad. ¿No es evidente que el carcelero vive la sentencia con el condenado? Por eso, la siguiente ocasión que te preguntes y tú qué ganas, recuerda que al permitir ejercer el legítimo protagonismo que a cada quien le corresponde, te estas permitiendo a ti ejercer el tuyo.

#SeamosLuzDelMundo

Cynthia Aguilar

Formadora en Inteligencia

Editado por Resilientemagazine.com